Me encantó como reinventaron la comida típica. El ambiente es acogedor y la atención fue bastante eficiente. Lo recomiendo si quieren probar comida típica.

Fui con mi novio a celebrar por nuestro aniversario. La comida estaba rica, pero le sentí un sabor muy mariscoso a la pasta con mariscos. Pero a mi novio le gusta. Como dicen por allí para los gustos los colores.

Hace un par de semanas fui a almorzar con mi tía, quien se moviliza en silla de ruedas.. Lastimosamente el local no tiene rampa, así que entre la señora que la cuida, logramos meternos en el restaurantes. Mientras eso sucedía las meseras desde el fondo nos miraban atónita, sin ofrecernos su ayuda, sin ápice de humanidad. Cabe mencionar que no nos fuimos de los local porque estaba empezando a llover. No obstante, pedimos una pizza de pollo y estaba buena.

Fuimos a celebrar San Valentin, no conocíamos esta ubicación. Nos encantó lo espaciosa que es y su decoración colorida y con mucha madera. Tienen un mural/cuadro al fondo de la barra hermoso. La atención estuvo excelente y la comida espectacular, pedimos de entrada Siumaes y rollitos de primavera. De plato fuerte ordenamos Char Siu con arroz de jazmín y unas brochetas de cerdo.

Pasamos a saborear un postre. Yo pedí un Banana Split con tres bolas de helado de chocoalmendra y nueces y sin sirope. Me encanta el helado de chocoalmendra qué usan, es delicioso. Siempre me complacen.

Fui con unos amigos a merendar hace unas tardes. Mis amigos pidieron cafés negro con muffins de banano, les encantó el sabor de los muffins. Yo me tomé un refresher de Mango con Dragon Fruit y té verde acompañado con un pan de masa madre. El refresher estaba muy refrescante y tenía buen tamaño.

Fuimos a cenar y el restaurante estaba repleto. La comida, como siempre, estaba deliciosa 😋. La atención o el servicio fue un poco deficiente ya que no nos trajeron agua y cuando se las pedimos nos dijeron que todas las jarras estaban ocupadas, al final quedamos comprando dos botellas de agua.

A media tarde pasamos comernos una merienda. Yo pedí un empanada argentina de champiñones con queso, estaba deliciosa, el queso se derretía en la boca. La acompañé con una taza de golden mik, no la había probado pero me gustó el balance de sabores entre la canela y la Cúrcuma. Sobre la atención, tengo opiniones divididas ya que nos atendieron dos meseras la que nos trajo las empanadas fue muy servicial y empatica pero la que nos trajo las bebidas, tiro en la mesa el té de mi amiga. No dijimos nada, pensando que quizás se le había resbalado la taza.

Es un ambiente normal, la comida estaba buena, pedimos unos sancochos con unos platos de arroz y de entrada unas alitas en salsa BBQ. Lo único molesto fue que, al estar sentados en la parte de afuera, se nos acercaron varias veces unos señores vendiendo rosas o pidiendo dinero lo cual fue muy incómodo pero lo más molesto es que el mesero solo se le que daba mirando a los tipos sin decirles nada. Fue tan incómodo que decidimos cambiarnos de mesa.

Es un ambiente agradable en el que puedes saborear una cerveza artesanal o una Kombucha, yo me decanté por esta opción ya que no tomo. Algunas veces tienen grupos en vivo, el día que yo fui había un grupo de latín jazz muy bueno, los Toa.