Este es el tipo de restaurante que, sin anunciarlo, termina siendo perfecto para un date. La iluminación tenue, la música suave y la forma en que el espacio te envuelve crean un ambiente naturalmente romántico, sin forzar nada. Es íntimo, elegante y con ese toque acogedor que hace que la conversación fluya sola. El servicio acompaña muy bien: atentos sin interrumpir, amables sin exagerar. Se siente orgánico, y eso suma muchísimo cuando vas a “datear”. Un must es su pasta fresca, sorprendente en su simpleza y técnica; se nota que la hacen en casa y con amor. Obviamente para el postre tenía que irme por el tiramisú, que es uno de mis postres favoritos, no decepcionó… peeeero sí esperaba un poquito más. Está bien hecho, con buena textura, solo que le faltó ese “wow” que me hace pedirlo de nuevo sin pensarlo. Aun así, es un cierre agradable para la velada. Definitivamente volveré para probar otro postre.

En Spice Market descubrí el que, sin exagerar, podría ser el mejor ramen que he probado. Un caldo intenso, fideos con la textura perfecta y el toque exclusivo de ser un restaurante kosher. Además del ramen, el menú está lleno de opciones que llaman la atención, desde platos con influencias asiáticas hasta creaciones más contemporáneas. Me quedaron varios platos en la mira… así que de seguro pronto vuelvo.

El ambiente cálido y los detalles llenos de identidad hacen que te sientas parte de la mesa de los Lee, esa es la experiencia desde el primer momento que llegas. Aquí no solo sirven comida: comparten recuerdos, tradición y hospitalidad genuina. Cada plato está ejecutado con respeto por la tradición familiar con un toque creativo que lo hace único. Cada detalle te recuerda que estás en un lugar que cocina con corazón.

Si buscas un brunch delicioso y con estilo, el Dining Room del American Trade Hotel es el lugar ideal. El ambiente tiene esa vibra relajada pero elegante, perfecta para disfrutar de una mañana tranquila en Casco Antiguo. El menú de brunch tiene algo para todos: desde huevos benedictinos que llegan perfectos, hasta pancakes esponjosos con un toque justo de dulce. Los jugos naturales son frescos y los cafés, siempre bien hechos. Pero lo que realmente destaca es la calidad de los ingredientes, siempre frescos y bien combinados.

Si buscas un lugar que te haga sentir especial pero sin la presión de la formalidad, Hari’s es el sitio. El ambiente del restaurante tiene esa mezcla perfecta de elegancia y comodidad, con un diseño que te hace querer quedarte más tiempo. La comida no decepciona: cada plato refleja calidad sin pretensiones. Probamos el risotto y estaba cremoso, con el equilibrio perfecto entre sabor y textura. Las carnes, en su punto exacto, y las entradas, ligeras y frescas, nos dejaron muy satisfechos. No se necesita nada más complicado para hacer feliz el paladar. El servicio es impecable: atentos, relajados pero sabiendo lo que hacen, lo que te hace sentir bienvenido de inmediato.

Afrodisíaco le da un giro moderno a la cocina italiana y lo hace bastante bien. El ambiente es acogedor, con una vibra fresca y detalles modernos que hacen que te quieras quedar un buen rato. La comida es honesta: ingredientes frescos, buenas porciones y sabores que respetan la tradición sin volverse aburridos. La burrata estaba cremosa y llena de sabor, y la pasta, al dente como debe ser, con salsas que realmente dejan brillar los ingredientes. El servicio fue un punto alto: atentos, amables y con buenas recomendaciones, sin ser invasivos.

Mahalo es ese rincón escondido en el Casco que te hace sentir de vacaciones aunque solo estés escapando un rato de la rutina. Ame el ambiente relajado, lleno de vegetación, con música suave y un servicio súper amable que te hace sentir en casa desde que llegas. Probé varios platos que realmente destacan por su frescura y sabor bien pensado. todo perfectamente equilibrado. Lo único que mencionaría como punto a mejorar es que, al ser un lugar tan popular, puede haber algo de espera en horas pico. Pero vale totalmente la pena. Sin duda volvería. Es ideal para brunch, almuerzo saludable o una cena relax Comida rica, fresca, con opciones para todos (veggie, sin gluten, keto, etc). Y sí, ¡todo lo que llega a la mesa es digno de foto!

Disfruté muchísimo del ambiente moderno y acogedor de Sushark. Es un lugar ideal para una cita o una cena entre amigos que aprecian los detalles. El servicio fue excelente: atentos, rápidos y con muy buenas recomendaciones. Probé cuatro platos y todos me encantaron. Mi favorito fue el Maguru Trufado: sashimi de atún rojo con aceite de trufa blanca, fresco y elegante. El u Keto Salmón, flameado al momento, fue una gran opción ligera y sabrosa. Los Camarones Empalizados tenían un crunch perfecto y venían con una salsa cremosa deliciosa. El Mongolian Beef fue una sorpresa: carne tierna, bien sazonada y con ese toque agridulce que reconforta. Lo único que mejoraría: la carta de vinos. Solo había un vino blanco (muy bueno), pero me hubiese encantado tener 2 o 3 opciones para elegir y hacer mejor maridaje. Volvería sin pensarlo. La relación calidad-precio es muy buena y la experiencia en general fue top. Además, ¡los platos son súper instagrameables!

La verdad este sitio me sorprendió gratamente mas de la cuenta. La atención fue muy especial, de entrada la mejor Burrata que me han servido alguna vez. Buena selección de vinos franceses, la atención era indudablemente más cercana y amena. El plato fuerte, la pesca del día con risotto de queso de cabra. Sabores interesantemente agradables… No puedo dejar de comentar sobre la atención, fue increíble la experiencia en general. De verdad me encanto y espero volver

tenía tiempo queriendo probar este lugar, me gustó muchísimo. Probamos las croquetas de queso estabas deli, el risotto de hongos estaba 10/10 su cremosidad y sabor y la Burrata con pesto inyectado un must. 100% volvería