Makoto logra transportarte a una experiencia japonesa sofisticada y bien ejecutada. Comenzamos con una selección de sashimi, y fue un acierto total: frescura absoluta, cortes precisos y arroz perfectamente aliñado. Cada bocado se sentía equilibrado y delicado, resaltando la calidad del pescado. El sushi sampler no se quedó atrás, el octopus nidako un carpaccio delicioso. El frosty Kobe fried rice super recomendado. Lo mejor de la noche fue la carne Wagyu. Cocinada a la perfección, se deshace en la boca, jugosa y suave. El servicio fue de primera: atentos, conocedores del menú, siempre disponibles pero sin interrumpir. Para cerrar con broche de oro, los postres fueron una verdadera joya, presentaciones elegantes y sabores que equilibran lo dulce con lo fresco. Recomiendo especialmente el mochi ice cream también probé algo parecido a un volcán de chocolate es una delicia y el rice pudding. Makoto no es solo un lugar para comer bien, es un sitio para vivir una experiencia gastronómica memorable.

Los fines de semana hay muy buen ambiente pero recomiendo ir con reserva, ya que no hay garantía de mesa disponible. La comida espectacular, el pan de masa madre es ganador, los pancakes con bacon y huevos y los croissant rellenos deliciosos. Muy buen mocaccino y los jugos naturales. 100 % recomendado para desayunos o brunch. También hay que decir que son grandes las porciones.

Llegue sin reservación y parece que fue un gran error pero me ofrecieron sentarme en la terraza que esta agradable. Procedí a preguntar por los platos y el personal no domina bien, asi que pedï pizza de mariscos coreana, unos gimbap, cheese tteobboki y bulgogi una carne que te puedes preparar o no de muy buena gana te lo hacen. La comida es regular ningún sabor que me lleve en la memoria y tampoco el servicio.

Tenía tiempo sin visitarlos y tanto el servicio como la comida siguen con la mejor calidad. En desayunos sigue siendo mi favorito. El jugo de naranja fresco y 100% natural, el capuchino delicioso, el pan de almendra y los croissant con la textura perfecta, el omelette jugoso.

La Selva es un restaurante de comida fusión, cada plato tiene su twist de sabor y me sorprendió cada plato que probé, mi entrada favorita fue el pork belly pero el coliflor también fue ganador,el plato fuerte el pulpo estaba perfecto en una cama de espárragos. El servicio fue impecable, todos atentos y explicaban muy a detalle el menú, la decoración llena de vegetación es super colorida y linda.

El local tiene un ambiente relajado, tiene una pequeña terraza en la entrada y adentro hay poltronas, sofas y mesas.Hay que hacer el pedido al mostrador y lugo lo llevan a la mesa. El mocaccino tiene el dulzor perfecto, también tienen jugos naturales life blends sin azúcar añadida. Los desayunos son de buena porción, el breakfast sandwich fue mi favorito y los pancakes con bacon y jalea de fresa también estaban delicioso.

El local tiene una acogedora decoración, el servicio rápido y muy atento. La comida esta suprema cada platillo es una explosión de sabor, los postres también fueron ganadores, el mejor restaurante de comida Tai en Panamá.

La terraza me encanta y se puede pedir el menú de los otros restaurantes para cuando son grupos grandes. Mi favorito son los Poke Bowls con sabores frescos y su toque picante,también se pueden armar al gusto.

La terraza tiene muy buen ambiente, el personal bastante rápido y atento. Los nachos del mar están delicioso muy buena porción para compartir. Los tacos pibil y de pollo también son ganadores.

El restaurante tiene un muy buen ambiente, música agradable y cómoda decoración. La comida estuvo excelente, la gyozas perfectas, los cocteles deliciosos y una buena armonía en todos los platos que probé. El menú es muy amplio y el servicio no me pareció tan bueno no te dan recomendaciones del menú, no son muy amenos y demora un poco.