Esta fue mi primera visita al nuevo local de San Francisco. El Chef Gaspare, mejor conocido como Rino, me recibió apenas llegué. En esta ocasión hice una parada muy breve. Estaba antojado de una pasta con salsa roja. Gaspare me ofreció unos Rigatoni con salsa de Ossobuco. Debo destacar el buen toque que tiene Gaspare al preparar esa salsa. Tenía abundantes pedacitos de Ossobuco que inundaban placenteramente cada bocado. El sabor era el balance perfecto para mi paladar, ni ácida ni atomatada ni dulzona. Se puede decir que la salsa estaba impregnada en la sazón del ossubuco. Por otro lado, Gaspare procuró echar la cantidad correcta de queso a la pasta en el momento correcto, quedando fusionada a término perfecto en toda la pasta. Era un queso Grana Padano de 24 meses que le añadió una dimensión de sabor al plato y lo convirtió en la comida más sabrosa que ingerí ese fin de semana. No tomé vino en esa visita y me arrepiento de no haberlo hecho porque hubiese hecho un excelente maridaje con esa pasta. Admito que soy amigo de Gaspare y que conozco su comida desde hace muchos años pero por esa misma razón también le diría si un plato no le quedara bien. Por lo anterior, te recomiendo completamente probar esta deliciosa pasta con salsa de Ossobuco. Un chef que prepara comida de esta calidad merece varias visitas para que te des la oportunidad de probar su variedad de sabores. Te sugiero hacer esa primera visita si aún no lo has hecho.

Este restaurante combina una deliciosa comida con la atención que te brindaría tu propia familia. El Chef Gaspar "Rino" y Paolo te brindan una atención personalizada. Rino nos recibe con un efusivo saludo y se sienta con nosotros en la mesa para preguntarnos qué deseamos comer. Nos ofrece su menú especial y nos invita a ver la carta. Te hace sentir importante porque lo eres para él. Esta reseña la escribo siendo esta nuestra segunda vista al restaurante. Empezamos la velada con una burrata acompañada de jamón serrano, rúcula y un pan de la caja suave. Es la entrada perfecta para acompañar con un vino. Hablando de vinos. Nos ofrecieron una botella Capitolo 29 Sangiovese Puglia que combinó magistralmente con la entrada. Vayamos al plato fuerte. Mi hija usualmente se inclina por las pizzas. Ordenó una pizza Bacaro con una masa delicada sabrosa. Tenía jamón, tomates cherry, rúcula y burratina. Lo que destaca de esta pizza es la masa riquísima. Mi esposa pidió, por segunda vez, un risotto alla pescatora. Una porción super generosa que es una costumbre del Chef Rino cada vez que nos atiende. A eso me refiero a que trata a sus clientes como su familia. El risotto tiene un grano de arroz de contextura y sabor geniales. Rino le pone un ligero toque de picantito que le da una dimensión adicional de sabor a este risotto. Muy bueno. Ahora me toca a mí. Me decidí por un pappardelle al ragú di agnello. Mi favorito hasta ahora. El Chef Rino domina muy bien el estofado de cordero. El cordero estaba sumamente jugoso y su guiso sabrosísimo. Combina con el vino sangiovese genialmente en el paladar. Para cerrar esta velada, mi hija se deleitó con un tiramisú. Mi esposa y yo terminamos esta excelente cena con un buen café americano. En resumen, nada como una buena comida italiana que te ofrece el Chef que te atiende sentándose contigo en la mesa para escuchar de tu propia voz lo que te provoca comer. Lo recomiendo fuertemente a todos -Luis Peluffo