Mi familia y yo tuvimos un sabroso desayuno típico. Lo mejor es que no rebosaba de grasa. Al contrario se sentía limpio y cuidado ese aspecto, incluso en cosas fritas. Tomamos el desayuno con hígado y tortilla y el de bistec a caballo (con un huevo 🍳 encima) con hojaldre y tortilla, adicional bollos de maíz nuevo 🫔, pero éstos no estaban muy suaves.

Una tabernita con poca luz pero mucha energía y sonido. Además de las cervezas artesanales, sirven buenas picadas. Pizza, salchichas, nachos sustanciosos y de buen tamaño para compartir.

Deliciosos sabores, cuidados ingredientes y original presentación. El ambiente de atmósfera bohemia siempre hermosa e inspiradora, tanto en el patio con plantas, como en el interior acogedor. Los wafles, las tostadas francesas y las de ques ricotta, salmón y arúgula (El Lox) son muy ricas. Si no te irritan los garbanzos, la shakshuka de tofu y garbanzos es una buena opción vegana con tostadas de masa mdre. Tla cez un exceso es que le ponen hummus al pan y eso duplica el garbanzo (vigilar esto). El Chai latte tenía demasiada canela o nuez moscada, algo un tanto irritante... El smoothie de mango coco sí estuvo perfecto. Lugar recomendado. Ayer, sin embargo, observamos algo que nunca me pasó aquí: mal dispuesta presentación de la orden de las dos salchichitas en un platito hondo.

Pedimos deditos de pollo con una salsa con piña y tal vez licor muy buena. También ceviche de camarones, solo que estos no habían marinado suficiente y se sentían más como camarones rebosantes en jugo de limón. Un tanto ácido o salado y no tan acevichado, pero estaba bien y hubiera querido un poco más. Los sirven con suficientes chips de tajaditas finas de plátanos. La atención fue bastante diligente y suficientemente amables. En cuanto al ambiente, afuera es mejor pero creo que algo sucedió y olía extraño en la terraza. Adentro es muy cómodo, aunque se sentía ligera humedad que otras veces no percibí.

He disfrutado mucho mi primera vez en La Strega. La entrada de focaccia caprina riquísima y estimulante. Mi filete de res bien sellado al tiempo que jugoso y suculento. El fetuccini muy rico y de sabor intenso. El strudel de manzana de postre muy rico también. Mis amigos de mesa estuvieron igualmente satisfechos con el ravioli vegetariano trufado y el linguini frutti di mare. El servicio fue maravilloso. Me sentí magníficamente atendida. (Solo me desagradó un olor a tabaco impregnado que sentí al entrar. Me molestó en la nariz pero posiblemente se disipó)

Fue una grata velada pero en los platos especiales he sentido una ligera pérdida de frescura, humedad y sabor; resequedad, sobre todo en las guarniciones. Por otro lado, prácticamente nada de porción de proteína. No parece una buena relación precio - producto. Las entradas y postres siguen estando muy ricos.

Platillos suculentos, ricas recetas de la cocina india con un punto adecuado de picante en algunos platos y otros sin picante. Recomiendo el arroz basmati, el pan de ajo, los paneer, y los garbanzos son una delicia. Los camarones al curry estaban bien de sabor pero muy poquita cantidad para el precio. El plato era mucha salsa y poco camarón.

Un lugar acogedor y agradable con rica cafetería y pastelería además de un sabroso y variado menú para almorzar. Los bowls y el filete de res son mis favoritos.

Súper ubicación, amplio menú, buen sabor y porciones más que satisfactorias a un precio poco común en el área bancaria.

He tomado gran afición a este rincón tan acogedor y con tan buena mano en la cocina, además de las adaptaciones a las diversas necesidades. Recomiendo mucho las crepes de salmón y las tostadas de salmón y aguacate.