Guiado por buenas reseñas caí en este lugar. La decoración de la remodelación es de buen gusto y es una pena que la noche de este viernes, el ambiente fue el punto más débil de este lugar. Al parecer tienen serios problemas con el humo de la cocina. El salón tenía un humo denso muy incómodo. Salimos oloroso a fogón de finca. Es una pena. En cuanto a la comida, pedimos de entrada un ceviche de chicharrón, que la verdad, fue lo más aburrido de comer. Fue una triste combinación de puerco frío con piña ácida que no combinaron para nada. Como plato fuerte pedimos una hamburguesa que consistía en pan duro, carne sobrecocida y la botella entera de salsa barbacoa con otra botella más de aderezo con feta. Espero no concursen en competencias de hamburguesas. Se pidió también unas costillas que claramente tenían días de hechas e impresionaron estar calentadas en microondas. No pedimos postre porque queríamos huir del agobiante humo. Los tragos, pedimos un aperol y un whisky sour. Muy olvidables. Se nos ofreció una cortesía de una sopa de pera, que la verdad, es mejor no hablar. El servicio sí fue 10/10, uno chicos muy amables y atentos. Quiero pensar que este fue un día atípico. Las reseñas hablan muy bien del lugar. Incluso el dueño estaba alrededor ya que habían una que dos “estrellas del choliwood”. Así que no entiendo qué pasó. Sin embargo ya será tarea de otros comensales ver si hicieron las correcciones. No creo volver.
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