La experiencia en Francis Rassenna fue excepcional. En grupo de cinco, probamos arancini, insalata caprese, polpette, tagliatelle al manzo y gamberi. Todos los platos destacaron por su equilibrio: las pastas al dente, los sabores intensos pero armoniosos, y la técnica impecable, fiel a los principios de la cocina italiana. Los ingredientes frescos fueron protagonistas: tomates madurados al sol, mozzarella de búfala cremosa, carnes de lenta cocción y hierbas aromáticas recién cosechadas. La pasta fresca, elaborada a mano con harina de trigo de calidad y huevos locales, rivaliza con las mejores de Panamá,. El ambiente, con luces tenues y decoración que combina modernidad y detalles rústicos, complementa una propuesta gastronómica que respeta el terroir italiano.
