El último restaurante que visité antes de la cuarentena fue precisamente Madre Cucina Italiana. En aquella ocasión, mi experiencia gastronómica fue memorable. Y hoy, después de 8 meses de encierro, corrí de vuelta en busca de aquellos sabores que embelesaron mis papilas, recreando el menú de aquella noche. Para comenzar, el Cavolfiore Madre, que consiste en un coliflor rostizado sobre una crema de queso feta, coronado con una crema de coliflor y chips de ajos, simplemente delicioso. De segundo plato, una Pizza Scrocchiarella Sexy Mamma, con Stracciatella, crema de cebolla y camote morado, Proscuitto Speck, tomates deshidratados, baby arugula y pecorino. Pocos son los sitio en Panama que leudan sus masas con masa madre y larga fermentación. De vista pareciera una pizza de masa gruesa, pero no lo es, es súper crujiente por fuera y súper alveolado por dentro, cae muy ligero al estómago. De tercero, ordené lo que para mí es la estrella de este sitio, el Rigatoni Trombette dei Morti, pasta al dente servidos con trompetas de la muerte salteadas con hongos Bunapi y emulsión de crema trufada, este es el verdadero manjar de dioses. De último, los Tortellinis di Zucca, rellenos de calabaza y mantequilla de salvia, con un sabor ahumado espectacular. Buena carta de vinos y cócteles. Servicio de primera y opción de mesas al aire libre. Si no has probado los platillos de este restaurante, apúntalo, frente a la Plaza Herrera, entre Blue Moon y Banistmo. Altamente recomendado.

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