El extraordinario clima frío 18 grados acompañado por la lluvia cómplice del verdadero descanso se encuentra las acogedoras instalaciones de este restaurante privilegiado por su combinación de calidad del ambiente, comida y servicio. Quiero felicitarte al Chef Gus y a su personal el buen momento que nos hicieron pasar. Rara vez encuentro higos envueltos con tocino tan bueno además de un ceviche frito sin picante para los amantes del buen sabor si antera el verdadero sabor de los alimentos. Plato fuerte fue un placer gastronómico que estalla en sabores delicados con el maravilloso cochinillo tierno por dentro y crujiente por fuera. El Ribeye en su punto y los medallones de lentejas sobre su cama de rissotto. Y para cerrar con broche de oro una crema catalana de vainilla y otra de café ambas sencillamente estupendas, y unas fresas con reducción de balsámico, helado de vainilla sobre una tortilla de harina frita. Mis cumplidos al chef. Solo mejorate la entrada con mi sugerencia de pan catalán con fin aceite de Oliva y la gloria estará cerca.
