Aprovechando una vista por el área y fuimos a brunchear a este lugar encantador. Sus dueños nos atendieron y nos explicaron con detalle el menú. Probamos el menú panameño con hojaldre o tortillas, huevos revueltos o al estilo deseado, un chorizo muy bueno y cafés de especialidad y también probamos el menú americano con unos pancakes excelentes. Lugar sencillo con gran encanto, personal muy agradable y comida excelente. Muy recomendado. Tomar en cuenta que abren sólo sábado y domingo.
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