Sus pizzas son muy buenas y bien ejecutadas. Masa crujiente y sabrosa con salsa equilibrada. Altamente recomendable. Dicho esto, al menos su pasta carbonara, aunque tiene excelentes ingredientes, estuvo muy mal ejecutada, quedando tanto líquido al fondo que parecía sopa.

Cada día peor.. hoy el hígado estaba ácido y el bollo relleno tenía huesos del pollo. Ya no les doy otra oportunidad.

Simplemente comida hecha con amor. Sabores sinceros, que van directamente a tu corazón. En esta oportunidad optamos por una Burrata de entrada y una fabulosa pizza para compartir, acompañada de un excelente merlot italiano. Para repetir todas las veces que sean necesarias.

La verdad es que no entiendo muy bien qué pudo haber pasado. Siguiendo las reseñas de este restaurante, pasamos de la opción de comer a la orilla de la playa y fuimos a probar sus platos. Decepción mayúscula! Ni fotos quise tomar. De entrada unas gambas al ajillo que vinieron rebosantes de salsa, picantes de más, acompañadas de 4 tristes rebanadas de la flauta más blanca que se puedan imaginar, y sin una gota de aceite de oliva. Pero lo peor aún estaba por llegar. El plato fuerte fue un arroz caldoso de langosta que, aunque tenía arroz, parecía una sopa de mariscos en su lugar. Mil conchas mal trabajadas, algunas partidas haciendo hasta peligroso el plato, y cuatro pedazos de langosta que debieron haber llevado horas de cocción porque ya estaban duras y agarrotadas. No puedo decir que volveré a intentarlo....

Simplemente increíble. Quieres entender a qué sabe Panamá? Tienes que venir a probar sus sabores Donde Giselle. Porciones generosas con una calidad y presentación impresionante. No dejen de probar sus langostinos a la pedrada y cualquiera de sus guachos.

Buen punto para disfrutar algo dulce en la salida de Boquete. Buen chocolate y fresas frescas. Variadas opciones de Pan hecho por ellos mismos.

Con la enorme cantidad y calidad de la oferta gastronómica de Boquete me parece fascinante y fantástico encontrar una opción como Mesa Azul. Atención dedicada, esmerada y entusiasta con un menú muy bien pensado en cada detalle, con una relación precio/calidad/cantidad de las mejores del país. Finalmente, una carta de vinos simple pero de buen gusto que permite un acompañamiento más que correcto.

Camino a David nos detuvimos a almorzar en Santiago y descubrimos, gracias a Degusta, esta excelente opción. Restaurante muy bien atendido, con opciones muy interesantes. No dejen de probar su pollo al curry y el bistec a la criolla.

Aunque siento que se ha perdido algo de calidad en la comida (hojaldres blancas, bollos preñados casi vacíos...), aún siento que sigue siendo una buena opción por su relación precio calidad si quieres desayunar rumbo a la playa.

Excelente ambiente playero, servicio siempre pendiente de los clientes y comida muy fresca y muy bien preparada. Ideal para pasar un buen día de playa.