El lugar tiene un ambiente muy agradable con música,fogata,mesas de billar,columpios y a la orilla del río Caldera. La comida está buena. Pedimos hamburgesas batido de chocolate que estaba bien. La salsa de los churros fue lo que no me agradó porque sabia a sirope de pancake.

No volvería ni recomendaría este restaurante nunca jamás en la vida. Acabo de salir, estuve cenando con mis suegros y mi familia (esposo e hijos) y los mariscos estaban pasados. Los únicos platos que se podían comer fueron el ceviche frito, al cual le faltó más marinado y los deditos de pollo, q también estaban bajos en sal. En los mariscos salteados algo estaba dañado, supongo eran los camarones porque al salir mi suegro dijo q también su arroz con camarones los sintió pasados y mi suegra me comentó que sus camarones también estaban extraños.

Pedimos un filete de pescado con arroz y vegetales hervidos, el cual nos resultó bueno para mi hijo porque estaba pasando una enfermedad estomacal y este plato estuvo parecido a comida de hospital. La picaña estuvo buena.