En mi visita a Boquete no podía dejar de pasar y visitar este restaurante. Empezaré por el ambiente el cual debo confesar es precioso la decoración muy linda y el hecho de que el río pase al lado de por sí ya es un espectáculo. Del menú decidimos pedir el solomillo el cual estaba en su punto y el chuletón cocido el cual tenía buen sabor un pero si lo tuve que devolver poque no estab a mi gusto bien cocido. El postre El Panal si me quedó debiendo eso si la presentación espectacular.