Se nos ocurrió venir por primera vez (luego de instaurada la pandemia) a la nueva modalidad presencial del restaurante en su nueva locación. La terraza es linda, acogedora, con una fuente que le da un toque relajante. La música, no tanto. El servicio, muy bueno. Probamos la orden de nachos mixtos (Grande), y la verdad… ¡para chuparse los dedos! ¡literalmente! Las porciones increíbles y el precio súper bien. Definitivamente volveremos para probar más de su menú.