El restaurante es un deck sobre el mar, en la playa de la Isla Carenero en Bocas del Toro. Una parte techada sin paderes y otra sin techo con unos paraguas gigantes. Un ambiente único. Hay unas sillas reclinables que te permiten tomar el sol y tirarte del deck al mar. Los cocteles y los tragos excelentes. No puedo decir lo mismo de la comida, que es un menu muy caribeño, pero nada del otro mundo. Los fines de semana los meseros y la cocina son rebasados un poco por el sitio muy visitado, así que debes tener paciencia. Aún así, volveré, por el ambiente.