Uno de los mejores en Santiago. La comida muy rica y abundante. Nos encantó la pasta dos mares y el pollo apanado. Rico café también. El ambiente cómodo y bien espaciado. Lástima que a la atención de los meseros le falta un poco de mejor trato. Pero bueno, normal en Panamá. Mejorar la atención al cliente. Especialmente al cobrar.