Visitamos el restaurante en horas del medio día / tarde, ellos cuentan con espacio con zincs transparentes el cual da un aspecto moderno con buena iluminación pero en la temporada de verano (actualmente) es demasiado caluroso. En cuanto al servicio, al inicio nos atendió un chico el cual era tan atento, no ofreció agua, en cambio había otra mesa que el estaba atendiendo y allí de una vez llevo el agua, tuvimos que pedirlo, después hubo un cambio de turno porque al final terminó de atendernos una chica, era muy atenta a lo que nos hiciera falta y amable. Tienen varias opciones de pizzas artesanales, les recomiendo la pizza de prosciutto que estaba muy deliciosa, la pasta carbonara es una experiencia a otro nivel de sabores, pueden acompañar su comida con una copa de sangría la cual estaba magnífica también. La única recomendación en el ámbito gastronomíco es que también pedimos la pasta bolognesa y estaba seca.

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