Pedí un pescado frito. Nada extraordinario, pero a fuerza de ser honesto estaba muy bien frito. Tenía una buena música.
Pedí un pescado frito. Nada extraordinario, pero a fuerza de ser honesto estaba muy bien frito. Tenía una buena música.
Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora