El lugar es bastante pequeño, unas 5 mesas como máximo y la mayoría de dos puestos, así que es más para comer y seguir. Aun así, es acogedor y la atención fue buena. Probamos dos cosas y ambas estaban realmente deliciosas: Cachitos de jamón y queso crema y cachitos de jamón y queso paisa: muy bien hechos, suaves, con buen relleno y sabor. Emparedado Monte Cristo: lo mejor de la mañana. La combinación de lo salado con la mermelada quedó espectacular. Muy recomendado. En general, una buena opción para un desayuno rápido y rico. Los cachitos y el Monte Cristo valen totalmente la pena.

Desde que llegas a Ajisen Ramen en Vía Brasil, te reciben con una sonrisa y una energía muy buena. El ambiente es relajado, limpio y agradable, ideal para ir en pareja o con la familia a disfrutar algo diferente. Pedimos dos Ajisen Ramen y un Ribu Ramen, y los tres estaban muy ricos. El caldo tenía un sabor profundo, bien equilibrado, con ese toque japonés que reconforta. Los fideos estaban en su punto, y las porciones son generosas sin exagerar. La atención fue rápida y amable, algo que se agradece mucho. En general, una experiencia muy positiva —da gusto ir a un lugar donde no solo la comida está buena, sino que también te hacen sentir bienvenido.

Comimos muy rico en El Trapiche de San Francisco. Siempre conserva ese toque típico panameño que tanto nos gusta. Pedimos un desayuno canalero con huevos al gusto, chicharrón molido y un sofrito delicioso, y yo comí un bistec encebollado a caballo con tortilla y queso blanco… ¡exquisito! 🌾🇵🇦 Sabor panameño auténtico y excelente atención. Muy recomendado.

Comer en Yakitori fue una muy buena experiencia. De entrada, las gyozas estaban espectaculares, con una salsa de soya preparada que las elevaba al siguiente nivel. Los takoyaki también nos encantaron: crocantes por fuera, suaves por dentro y con las hojuelas de bonito bailando arriba 💨✨ Pedimos una orden de tres yakitoris: carne, pollo y pork belly. El de cerdo fue el indiscutible ganador 🥇 —jugoso, sabroso y perfectamente asado. Para cerrar, los camarones Thai con arroz blanco y espárragos salteados trajeron ese toque dulce y picante que completa muy bien la comida 🍤🔥 En resumen: sabores frescos, buena técnica y auténtico espíritu japonés. Un lugar donde se come muy bien y siempre dan ganas de volver.

Fuimos a desayunar a Mika (sucursal de San Francisco) y aprovechamos la promo de pancakes 2x1. Pedimos una orden de chocolate y otra plain, y la verdad fueron lo mejor de la mesa: esponjosos, con buen sabor y perfectos para compartir. También pedimos una casuelita de chorizo con huevos duros, tortilla y hojaldre. El sabor del guiso estaba bien, pero al tener bastante líquido el chorizo perdía un poco su protagonismo. Los huevos rancheros con pan tostado estaban buenos, bien presentados y con una salsita que acompañaba bien. Y el bistec a caballo se veía excelente, aunque esta vez no llegué a probarlo. El lugar es amplio y cómodo, con bastantes mesas, ideal para ir en grupo o en familia. Sin embargo, se nota que podrían tener más personal, ya que algunas cosas básicas demoraron más de lo esperado. En general, buen sitio para desayunar tranquilo, con opciones variadas y un ambiente agradable.

El ambiente es moderado pero muy acogedor, con buena música y atención excelente. El chico que nos atendió fue súper amable y siempre pendiente de nosotros. De entrada pedimos los jalapeño poppers rellenos de queso, ¡una bomba de sabor! Crujientes por fuera y cremosos por dentro, empezamos con el pie derecho. El pulled pork llegó con su pancito suave y encurtidos que equilibraban muy bien el sabor ahumado de la carne. El brisket fue de lo mejor de la noche: jugoso, tierno y con ese ahumado que se nota hecho con paciencia. Las mazorcas estaban deliciosas, con un toque picante de las especias que las hacía adictivas. Y para los niños, los pollitos empanizados fueron un éxito — doraditos, suaves por dentro y muy sabrosos. En resumen, todo estuvo excelente. Se nota el cariño y la técnica detrás del BBQ. Sin duda un lugar para repetir y seguir explorando el menú.

Exquisitas. Ya he ido varias veces y no me canso de probarlas. Empezando por la masa delgada que da ganas de comerse hasta los bordes. La variedad de sabores para escoger y apreciar mejor cada combinación. Me gusta mucho combina una pizza blanca con una pizza roja. En nuestro caso ordenamos la Boloña que tiene mortadella con pistacho y queso. Speck y Gorgonzola que también estaba muy sabrosa. La tradicional Diavola y una margarita para los niños. Todas fueron un 10, por eso siempre volvemos. El lugar se llena mucho y hay que hacer en algunas ocasiones largas filas. De casualidad yo nunca he tiendo que esperar más de 5 min. Pero me ha tocado ver largas gente esperando. Paciencia por qué vale la pena.

Uno no se cansa de comer en este lugar. Desayuno, almuerzo o cena siempre es una buena opción. Está vez fuimos a desayunar y hemos ordenado variedad de platos para comer diferentes sabores. Siu Mae, Costillitas, camarones, SoiKao, carimañolas, pasteles de nabo. La verdad todo estaba increíble y se destrancan siempre en la calidad de su comida. Siempre manteniendo el mismo standard de toda la vida. Felicidades y siempre es un placer volver.

La verdad Lo Mejor que hemos probado en los últimos meses. No tiene nombre lo que vivimos. Fue toda una experiencia. Para empezar una jarra de Sangría tinta que nos alcanzó para toda la velada. De entrada ordenamos pan de la casa, unos calamares con un cremoso de garbanzos que está para lamer el plato. El puré de garbanzo con ese sabor a ajos en su punto. Los pejerrey fritos que son una delicia para ir picando y degustando ese sabor a pescado saladito con limón 10/10. Ya para entra más por algo más fuerte ordenamos el churrasquito y la paella negra que hay que ir a este lugar y probar esto y el resto. La verdad hemos quedado llenos y nos hemos ido con ganas de volver sin ninguna duda a probar los otros platos del menú que sin duda deben estar igual de exquisitos. La atención del personal muy atentos en todo momento. Cuando llegamos estábamos 3 mesas y en 20 min ya se había llenado todo el restaurante y la comida salió a buen tiempo. Felicidades y pronto volveré por lo demás ya que aún me falta cositas por probar.

Muy rico la verdad. Todo lo que probamos fue un placer. Este lugar aparate de ser bueno, bonito no me pareció que fuese caro para la clase de lugar tan elegante y el área donde está ubicado. Probamos de entrada los Polpette allá Matriciana, las albóndigas de carne en salsa roja que estaban muy ricas. Acompañamos esto con la Stracciatella y pan de la casa. El queso con el toque de aceite de pesto y las sardinas son una combinación muy agradable al paladar. Ya para empezar ordenamos el Carboraviolo, la Fritturina di Pesce y la Lune al Tartufo. Las dos pastas están muy buenas y los mariscos apañados para acompañarlas fue un espectáculo. Muy buena atención por parte del personal, muy atentos todos.