Es una especie de DeliGourmet, pero con casi todo hecho en casa. Destacan el emparedado Reuben, que lleva más de media libra de roast beef y simplemente es estelar, el hot-dog con sauerkraut, las empanadas de pollo y carne (comerse menos de dos es imposible) y, para mí, lo mejor de todo, los pork-wings que son costillas con un gran pedazo de carne a manera de una buffalo wing, una obra gloriosa de la gastronomía (a mi juicio). Estas últimas las preparan allí mismo cuando se piden, no siempre hay, pero cuando hay, pues hay que pedirlas. Por lo demás el área de deli es muy completo, productos de primera. Las carnes disponibles son muchas, todas importadas y a precios competitivos. El pan, tanto fresco como en bolsas, es de primera. Un lugar muy muy bueno.

Congelado en el tiempo, así puedo describir el mini salón del Chalet Suizo al que tenía más de 15 años de no ir. Pero, en el fondo, eso no es algo malo, cuando la calidad de hace años late viva en cada uno de los platos que degustamos hoy. Compartimos entre dos la entrada de Risotto con Arúgula y Tomate, una generosa porción delicadamente preparada a la perfección. Si hay una manera de hacer un risotto es esta, tanto el sabor como la textura en su punto. De platos principales optamos por el Filete Café de París, un filete preparado al punto, con una salsa de mantequilla con hierbas y especias, simplemente colosal. El tamaño fue suficiente para cualquiera con buena hambre, la preparación impecable y el sabor para recordarlo. Mi esposa pidió el Pato Silvestre en salsa de Vino y Hongos el cual es, a nuestro gusto, el mejor pato que hemos probado en Panamá. Preparado con todo su jugo, cocido uniformemente, cortado como dice el manual y bañado en una salsa que visualmente es sobrecogedora, pero que sorprende por su sabor bien balanceado. Ambos acompañamos con papas salteadas que estaban crujientes por fuera y delicadas por dentro, adecuadamente condimentadas. El pato viene en una cama de puré, por lo que pienso que un mejor acompañamiento hubiera sido una porción de vegetales hervidos.

Como ponerlo... cuando le das a una hamburguesa el nombre de tu restaurante se supone que es el plato emblemático por el cual te van a recordar. Para ponerlo sencillo, hicieron una hamburguesa que visualmente podría estar en cualquier libro de cocina, perfección visual en todo detalle, pero no entiendo como se hace una hamburguesa con carne angus, queso, hongos salteados, cebolla salteada y el conjunto no sabía a nada. Así como lo pongo, es la hamburguesa más insípida que he comido en toda mi vida (y he comido muuuuchas). Para el precio que no incluye acompañamientos no vale la pena. Ojalá mejoren en sabor, puede que algún día les dé un segundo chance, pero en un mercado tan competitivo como el de los burguers las segundas oportunidades no abundan.

Desde que entras sabes que estás en un sitio en el que se le pone atención a cada detalle. De entrada optamos por el "bun de pato" que simplemente estaba delicioso, impecable, tierno, jugoso, nos dejó esperando los platos principales. Mi esposa se decidió por la pechuga de pato, que estaba muy bien de sabor, un poco pasada en cocción, algo seca, cosa que se compensaba parcialmente por la salsa en la que estaba bañada. Yo pedí el ribeye en salsa de pimienta verde que, aunque es un restaurante oriental y obviamente esperaba un sabor más divergente al de una parrillada americana, estaba delicioso, pero de oriental nada... El mayor fallo, los postres. El de tapioca con mango estaba simplemente aguado, casi rayando en lo malo en sabor. El cheesecake de banano estaba bien de sabor, pero la textura no era la correcta, algo terroso. Un buen lugar para variar de ambiente, excelente atención (hey, dos personas me sirvieron una lata de soda, para mí eso es una primera vez!). De sazón, estupendo. Detalles de texturas en las comidas son los principales peros. El pato promete, cocinar la pechuga es difícil, pero para lo que cobran deberían tenerlo dominado a la perfección.

Las empanadas de carne, chorizo y pollo son excelentes, bien llenas, nada de aire! El ambiente es sencillo, hay algunas mesas, en realidad es casi autoservicio. Hay una buena selección de carnes para llevar y preparar, la entraña nacional que venden es excelente y muy económica.

Buenas arepas, más grandes que las de otros lugares, la de ropa vieja con queso y chicharrón es muy buena. El servicio es muy lento, tal vez demasiado. Si no hay apuro y de verdad uno se quiere llenar con una arepa, es una buena opción.

Definitivamente que es un lugar para ir a ver juegos, tomar cervezas y, cuando el sentido del gusto está algo alterado, entonces pedir comida. La hamburguesa es horrible, seca, dura, solamente los patacones que pedí de acompañamiento dieron la cara. Mucho calor afuera y el salón con aire acondicionado arriba se llena rápido.

Un local sin demasiadas pretensiones esconde un servicio muy bueno, rápido, diligente y entrega una comida muy bien preparada. Los spaghetti boloñesa son excelentes al igual que los fetuccini Alfredo. La ensalada Waldorf es excelente y alcanza para dos personas. El servicio de órdenes para llevar también funciona muy bien.

El Lung Fung, luego de todos estos años, no ha perdido su toque en casi todo lo que ofrecen. El desayuno chino es, por mucho, el mejor de Panamá, especialmente si uno se anima a subir al salón principal y enfrentar el servicio lento de los que reparten la comida. Vale la pena llegar antes de las 7:30 para no hacer filas. Mi favorito, los WoTips. Sencillamente fuera de serie. Hay que corretear para que los preparen, pero vale la pena el esfuerzo. De las comidas regulares el pato Pekín es el mejor.

Las entradas son excelentes, destacaba el pulpo al carbón, pero creo que lo sacaron del menú. Los wantones de puerco eran excelentes, pero también los sacaron. Por mucho tiempo la hamburguesa de Humo fue, para mi gusto, la mejor (o de las mejores de Panamá). Ahora tienen mucha más competencia y últimamente la he sentido más salada de lo que me gusta. Eso sí, la presentación de esta sobre la tabla de madera no tiene igual. Destacan también las carnes, pero cuando voy, casi siempre es hamburguesa. El ambiente es muy agradable, es casi imprescindible marcar reservación, pues es pequeño y casi siempre está lleno. Hay buen estacionamiento. Lo peor, que no abren los domingos...