Estábamos antojad@s de un café y algo dulce, y visitamos en familia este lugar donde encuentraras un delicioso café y variedad de dulces. Probamos el Titamisu, el cual está muy bien balanceado en su nivel de azúcar, y sabores, nada empalagoso para quienes no pueden abusar de la azúcar, y poder sentir realmente el poder del ingrediente principal del pastel, ("un detalle muy importante ya que las dulcerias están abusando del azúcar y al probar los pasteles solo saben azúcar, como si te hubieras metido a la boca una cucharada de azúcar, no sientes otro sabor"). Bueno, el personal muy atento principalmente Ivan, quien nos consintió a mi consuegra y a mi con un delicioso café de pistacho y su excelente atención. Elegimos otro pastel para llevar a casa, para alargar la experiencia. Si regresaría, por supuesto que si.

Nos complace ir los miércoles 2x1, y que es un día que por ser en medio de la semana ofrecen ofertas por pagar con VISA Bco.Gral, lo que aprovechamos y nos ha ido excelente. La comida en este lugar es de calidad, las carnes suaves, y las pasta al dente, los mariscos en su cocción acertada. Quieres comer pastas con tu pareja o familia, rico y económico pues visita los miércoles a Segundo Muelle Altaplaza, y por estacionamiento no te preocupes. Ah, y la atención es muy esperada.

Nos interesa probar sus frappe, y quedamos encantados, de café con chocolate Se siente el café balanceado dejando un sabor, agradable medio y no tan fuerte, ni que pase desapercibido. Para los que gustan de un frappe con una deliciosa crema se los recomiendo. Agregamos un pastelito de pollo, una porción qué satisface, es grande bien preñado de una carne molidas con buen sabor, pero, no todo puede ser bueno...la nota discondante fue la empanada de pollo, con un pollo, que era un pollo prácticamente molido, sin gusto, seco, imagínate como una estopa de cáscara de coco. Este tipo de empanadas las he comprado en otros lugares y a la verdad, esta receta es fatal. Lavemoanada de pollo condimentada, con un pollo deshilachado jugo cito ( mira y no digo que chorre) son difíciles de encontrar. Yo se un lugar que todavía las vendes pero, por ética no comento bueno continuo, no te recomiendo las empanadas de pollo, si sabes de buenas empanadas, pero, el pastelito de carne si. Pienso regresar para disfrutar otro sabor de frappe y probar algún postre.

Fuimos a celebrar el cumpleaños de mi hijo y la experiencia fue decepcionante. Desde que llegamos, el ambiente era tenso: había una discusión entre clientes y el jefe de restaurante quien pidió al cliente se retirara era una gritería El servicio dejó mucho que desear. El mesero no anotó el pedido, lo que causó errores: trajo bebidas de más, raviolis de carne en lugar de queso (y ni siquiera gratinados como pedimos), la pasta con almejas PESIMA ! estaba pasada de cocción, mal sabor,(no la comimos) y la lasaña no destacó para nada, los rabiolis con pesto pegajosos nada atrctivo o apetesible. Lo único algo aceptable fue la pizza, que le daría un 3.5/10. El pan pita con ajo, desabrido, la masa, la de las pizzas. El mesero lucía desganado, poco me importa y nada cordial, el menú ofrecía platos que ya no tienen y, para colmo, no ofrecen ningún detalle para los cumpleañeros, como sí hacen otros restaurantes. El servicio sin jabón ni papel higiénico. En conclusión: No recomiendo este restaurante, fuimos por insistencia de mi hijo por su cumpleaños yo deje de ir hace mas de 15 años ya que la ultima vez que fui me dio una cagadera y vomito , fue horrible, no sr lo deso a nadie, así que lo elimine de mi lista, para mi este restaurante no existía, pero, por complacer a mi hijo accedi, a regresar. La relación calidad-precio no vale la pena, decepcionante la atención , personal frustrado y con cara de tuco y el ambiente simple y desfasado, lo mismo que hace 20 años atrás, simple y viejo.

Hoy fue desayuno dominguero, y llamé a una amiga que estaba pasando por momentos difíciles. La invité a desayunar para animarla. Escogí Michael’s sin dudarlo, porque sabía que allí encontraríamos mucho más que un buen desayuno… encontraríamos atención con el corazón, un lugar donde ella podría pasar un momento de esparcimiento y relajación, y olvidar por ese tiempo sus preocupaciones. Y así fue. El ambiente te permite conversar con una música a un excelente nivel, donde puedes hablar como en casa, sin tener que alzar la voz. La atención del personal, tod@s l@s chic@s, te regalan sus sonrisas y atenciones para que te sientas especial. Desde que llegamos, fuimos recibidas con sonrisas genuinas y un trato personalizado que te hace sentir única. El personal de Michael’s no solo atiende: te abraza con su calidez. Cada uno de los chicos y chicas está pendiente de ti, sin importar su jerarquía; te miran a los ojos, te escuchan, te conversan. Y eso, en estos tiempos, vale oro. Ni hablar de la comida: nunca decepciona. Sabor exquisito, una presentación que alegra el alma y porciones generosas que te dejan más que satisfecho y feliz. Mr. Michael, siempre pendiente de que todo en su restaurante fluya… y así es, todo fluye. Y en la barra, Eymi… qué ser humano tan especial. Te atiende con una sonrisa que reconforta y te prepara bebidas —frías o calientes— que son puro cariño en una taza o en un vaso. Cada receta tiene su toque mágico. Hoy, mi amiga salió del restaurante con otra energía. Su rostro reflejaba paz y ánimo renovado. Michael’s no solo es un lugar para comer delicioso, es un refugio donde te cuidan, te miman y te ayudan a recargar el alma. Si buscas un lugar donde el corazón del servicio se sienta en cada detalle, Michael’s es ese lugar. No dejes de visitarlo.

Fuimos en familia a celebrar mi cumple 60 y me atendieron de excelencia, hasta dulce de cortesía, la comida recomendada, platos únicos, con su estilo muy original, que no lo veras en cualquier otro menú. Me reconocieron mi descuento de jubilado y además, gozamos de la promoción de sangría.

Este restaurante es deshonesto,borra los comentarios negativos, y deja la buenos, mi mala experiencia expresada en los comentarios fue eliminada

El pasado 5 de noviembre de 2024, nos dimos el gusto de vivir una experiencia maravillosa en honor a las fiestas patrias panameñas. Nos acompañó una amiga panameña que reside en Europa y añora profundamente su tierra, por lo que decidimos llevarla a un lugar especial que prometía reflejar lo mejor de la cultura panameña. La noche comenzó con una impresionante interpretación de bailes típicos, a cargo de una talentosa pareja de jóvenes panameños que capturaron toda la esencia del folklore nacional. Sus movimientos precisos y llenos de gracia cautivaron a todos los presentes, luciéndose con un espectáculo que celebraba las raíces de Panamá de una manera única y conmovedora. Fue un deleite ver cómo honraban nuestras tradiciones con tanto esmero y talento. El lugar, con una ubicación y un ambiente únicos, ofrece una experiencia que no se encuentra en cualquier restaurante en Panamá. La decoración cuidadosamente elegida y el entorno espectacular crean una atmósfera que te envuelve y te transporta a otra epoca, logrando un equilibrio perfecto entre elegancia y autenticidad. La música de ambiente era de cantantes icónicos cuya trayectoria y calidad son indiscutibles, y se mantenía en un volumen ideal lo suficientemente baja para permitir una conversación agradable, pero lo suficientemente presente para crear un ambiente cálido y relajado. Además, el restaurante cuenta con valet parking, un detalle que realmente se aprecia en una ciudad donde encontrar estacionamiento puede ser complicado. Esto nos permitió llegar y disfrutar sin preocupaciones, sabiendo que el vehículo estaba en buenas manos. En cuanto a la oferta gastronómica, el menú es algo limitado en cuanto a opciones, pero la calidad de los platos lo compensa.  Los cócteles son, sin duda, dignos de mención especial. Exquisitos y bien preparados, son recomendables para quienes disfrutan de un buen trago con sabores innovadores y bien equilibrados. En definitiva, fue una velada que superó nuestras expectativas. Nos llevamos el recuerdo de una noche llena de cultura, sabor y tradición, en la mejor compañía y en un entorno que honró cada detalle de nuestra querida Panamá. Sin duda, es un lugar que recomendaría para quienes buscan una experiencia auténtica y de calidad en el corazón de nuestra ciudad.

Los mejores sushi, no los cambio, calidad Vs precio 👌, mientras mantengan su calidad los seguiré visitando. Prefiero Dan Francisco tiene estacionamientos, despreocúpate.

Somos clientes frecuentes para llevar, y en ocasiones desayunos en el restaurante, la comida con mucho gusto y sazón china, pero, la atención deben mejorarla, ser atentos, serviciales y con buen ánimo, y un rostro agradable. Creo que el ambiente puede mejorar, es un lugar muy cerrado sin atractivos y el personal debe mejorar su actitud de servicio. Pero, reitero su comida y precios son lo que los mantiene vivos y hacen la diferencia de ser la opción ideal de comida china para llevar.