Santé

la ensalada chicken búfalo tiene súper buen tamaño y muy rica para quien tiene antojo de algo picoso. la pasta alfredo da va se ante cremosa para quien le gusta acompañar su comida con pastas

Fui por primera vez, y me gusto, desde que llegué me recibieron con una sonrisa, me llevaron a la mesa. La salonera nos trajo el menú pedí sus recomendaciones, y me dió recomendaciones quería ceviche frito pero dijo que no había. Pedí de entrada alitas muy ricas, pedí pollo teriyaki y unas quesadillas, todo salió bien en presentación y el tiempo de servir. Las chicas muy atentas, lugar limpio, la comida rica. Regreso pronto.

En esta ocasión pedimos los medallones de res mignon, pollo a la santé (gratinado con bacon), salmón con eneldo y la corvina Santé (con mariscos en salsa de coco). Destacó el mignon que estaba tiernísimo y con excelente sabor, aunque todos los platos estuvieron muy buenos y en excelente porción. El servicio fue atento y rápido. Lo único que no gustó fue que el ambiente estaba tan ruidoso que no se podía conversar sin gritar. Se entiende que además de restaurante es un bar, pero a las 7:00 PM todavía es hora de cena y el volumen de la música no debería estar tan alto. La experiencia culinaria se arruina.

La coctelería nunca falla. Las margaritas riquísimas y muy generosas. Pedimos la picada Mar y Tierra y estuvo muy buena y abundante. Los mariscos estaban suaves, en su punto, nada chiclosos. La atención fue amable y el ambiente estuvo agradable en la terraza, se podía conversar, pero con buena música de fondo. Recomendado su Happy Hour.

Es espacioso, tienen algunas partes mas cómodas, como las esquinas, ya que se encuentran unos sofás. La atención es regular, ya que hay algunas muchachas que no tenían muchas ganas y no eran lo suficientemente atentas, pero el muchacho que era nuevo si se veía más entusiasmado. La comida tiene buen sabor y tamaño, lo único es que el risotto no es su especialidad ya que no estaba tan bueno, lo demás bastante bien.