Este lugar es nuevo en casco y me parece una joya rosada. me encantó mucho la comida, el mesonero te brinda una atención espectacular personalizada, donde nos sugirió platos de la carta y fuera de la misma, nos sugirió media langosta en pasta y en rísoto y pedimos ambas y estaban muy espectaculares. probamos varias entradas y estaban todas súper buenas: carpacho de salmón, una que es con berenjena y una de camarones supe sabrosa. la presentación de los platos es muy buena. El chef Andrea, está muy pendiente y vino a la mesa dos veces a ver cómo estábamos. y la atención del barterder más sus tragos de autor son espectaculares yo me quedo con uno que es a base de whisky (el primero de la carta) que aunque el whisky no es mi licor favorito en este trago me atrapó. la decoración es bellísima súper bien spot para fotos. ya volví nuevamente con una amiga por segunda vez y de verdad lo recomiendo.
