Fui por primera vez en compañía de mi esposa, cuñada y dos amigas, la decoración y ambiente no lo puedo negar excelente, la atención lo mismo excelente, el sabor de la comida buena, porción pequeña, precio relación comida un poco elevada lo que estas pagando es la espectacular decoración, la música mínimo estaba en una discoteca, no se si esas son las nuevas tendencias, pero para mi no, uno va a comer y disfrutar con sus seres queridos y amistades además de una música con un volumen que permita conversar no que tenga que gritar para que el que esta a mi lado me escuche.
Lo otro que los platos son compartidos no salen a la vez así que tienes que compartirlo todo y no me parece. Debemos poder disfrutar de su plato por que a lo mejor los otros no comparten mis gustos, me dirán pero pides y te lo comes solo, es una opción pero se ve mal que tu comas y los demás te vean hasta que poco a poco o cuando salga el plato vayan comiendo. El mesero que nos llevó el postre que era Banana Tower se hizo el gracioso y le dije que le iba a tomar una foto, lo que realizó fue el revoltijo del mismo con el cuento de mezclar los sabores algo de muy mal gusto y grosería, ya que el postre uno se lo come como le de la gana. No creo que en lo personal regrese, a los que les gusta este estilo de comer les parecerá fantástico.
