Madero

Fui almorzar en familia, la comida estaba normal, buena porción, la limonada de fresa estaba demasiado dulce. El brownie que pedí estaba buenísimo.

Fuimos para desayunar, y nos sentamos afuera. A mí me encanta sentar afuera, pero yo no entiendo porque lugares ponen mesas afuera si no tienen atendentes disponibles para afuera. Lo que menos me gusta es tener que salir a buscar un atendiente para que nos pueda tomar el pedido o al menos llevar el menú. Entonces este es mi reclamo. Ya después de haber llamado y alguien nos fue atender, tampoco mantenían el contacto para saber si necesitábamos algo. Entonces esto no me gustó para nada. Pedimos unos pancakes, que sabían un poco secos, y no preguntarán a mi esposo cómo quería el huevo, si con gema dura o líquida y le trajeron líquida, lo que a él no le gusta. Pedí un sanduíche de ropa vieja, que me supo bueno, pero otra vez necesita el servicio después de haber llegado la comida y no estaban cerca y tampoco miraban. El local es agradable y está bonito, pero por este tema, no regresaría tan pronto...

El restaurante es moderno y tiene un ambiente fresco. Su vista al parque, con el fondo del emblemático Tornillo, es distintivo. La carta es muy variada, tal vez, demasiado. Pedimos un par de platos que no estaban disponibles. La entrada de champiñones al ajillo, y sus limonadas frappe fueron mi parte favorita. Buenas carnes, con término correcto. La chaufa y la sopa de tomate, no me encantaron.

Ambiente súper agradable que invita a compartir, el servicio muy bueno, meseros atento y de trato agradable. La comida muy rica, con buen gusto. Recomendada la sangría

he venido a Café Madero muchísimas veces con mis familiares buena comida, lamentablemente el día de hoy no fue así, pedí un filete madero 3/4 y el mismo vino con un sabor insípido y frío. mi madre ha pedido lasagna de pollo y el mismo vino con huesos, algo que realmente no me esperaba. todo lo demás fue bueno y el trato agradable