Lili Gourmet: una gran decepción en un dÃa especial Hoy fuimos a Lili Gourmet con mucha ilusión. Mi esposa me habÃa invitado a cenar un pescado que están promocionando por el DÃa del Padre. Llegamos alrededor de las 5 p.m., con el restaurante prácticamente vacÃo —solo habÃa una mesa ocupada—, lo cual nos pareció ideal para disfrutar tranquilos. Como ya hemos ido antes y nos gusta la comida y las bebidas, no nos preocupó la calma del lugar. Sin embargo, después de sentarnos y esperar durante más de 10 minutos, nadie se acercó a la mesa, ni siquiera para ofrecernos el menú. Lo más frustrante fue ver que habÃa personal en el lugar, pero estaban distraÃdos, aparentemente jugando o charlando detrás del mostrador. Al notar que Lili no estaba y que nadie parecÃa tener intención de atendernos, decidimos retirarnos. Lo más triste es que ni siquiera se dieron cuenta. Nadie nos llamó, nadie notó nuestra salida. Me fui con hambre… y con una profunda decepción. Qué lástima, especialmente cuando uno va con expectativas altas y en una fecha tan especial.
