Este lugar es más para comer platos individuales, que para ir en grupo a compartir. Los platos tienen pequeñas porciones, el servicio es bastante lento, el arroz llegó 20 minutos después que trajeran las carnes y la mostaza llegó ya cuando habíamos terminado de comer todo lo anterior, comimos mostaza pelada, además, me parece que el menú no está completo en español, hay una barrera de comunicación que impiden que te recomienden platillos diferentes pero… hay que hablar de lo positivo también, el chow fun estaba bastante sabroso, a pesar que era poquito, el codillo y la falda de res también fueron platos que gustaron mucho… A pesar de la situaciones, al pagar nos pidieron propina… que locura. Para la cantidad que comimos no tenía relación justa con los precios. No creo que regresaría.
Me gusta
