Una experiencia que no estuvo a la altura de la comida He visitado Einstein en dos ocasiones, motivado por su buena reputación y la calidad de su comida, que debo reconocer es muy buena. Sin embargo, en ambas visitas la experiencia ha sido decepcionante. En la primera ocasión, tras esperar más de media hora por un pedido, que nunca llegó, decidimos irnos después de tomar solo cerveza. Hoy, lamentablemente, la historia se repitió: pedí un NY Pastrami (el cual no estaba disponible) y opté por un Bella Ciao, el cual tardó más de 30 minutos en llegar, mientras la cerveza fue servida de inmediato. Uno de las aspectos más preocupantes fue observar que algunos meseros acariciaban a un perro desconocido y luego atendían las mesas sin ninguna medida de higiene visible. Esto genera dudas sobre los protocolos sanitarios del lugar. Einstein tiene potencial, pero la falta de agilidad en la cocina y ciertos descuidos en la atención al cliente hacen que la experiencia no sea grata. Ojalá puedan mejorar estos aspectos, porque la comida merece ser disfrutada en un entorno más ágil.
Me gusta
