Casa Blanca

Siempre es mi lugar favorito para citas. Les recomiendo la paella de marisco con una copa de sangría tinta. El ambiente afuera no fue muy agradable por los mosquitos, pero no tiene nada que ver con el restaurante, es algo que escapa de sus manos. Por suerte, tienen mesas adentro y se pudo hacer el cambio

La verdad, las veces que he venido a este restaurante, nunca he tenido quejas. En esta ocasión, Como ya habíamos comido, optamos por entradas (para compartir). Pedimos: arañitas, las dos opciones de patacones (morgan y no recuerdo el otro) y almejas. Salvo una de mis amigas que pidió el salmón (plato fuerte) y para acompañar, pedimos sangría tinta. Todo, absolutamente todo estuvo delicioso. Incluso las salsas de las almejas que tuvimos que pedir pan para acompañar esa salsa. Qué rico es ir a un lugar y salir satisfecho.

Mas de 45 minutos para una ensalada griega con pollo el cual habia q bucearlo y medio platano aplastado (patacon) con tiras de carne asada y un banco de hierba de perejil. Pesima atencion, el agua habia que rogarla y ni siquiera la cortesia de preguntar si deseabamos tomar algo mas al terminarse mi bebida. La limonada aguada, Lo unico bueno, el triste mojito q me apenas me alcanzo para refrescar.

Considero que ha desmejorado muchisimo. La comida ya no es tan buena como antes, sin embargo, es igual de cara. El ambiente tampoco es el mismo y como se llena, ya no se dan a basto

Deliciosos platos de comida, los patacones riquísimos, la carne con muy buena textura y las pastas están perfectos. Muy recomendable