Casa Blanca

Casa blanca siempre me ha gustado pero su gran problema, a mí concepto o quizás a mi suerte, es su atención, incluso sentándome dentro del local jamás es lo míniamente bueno, quizás sigo yendo ya que el "pollo a la hawaiana" me encanta, ya que soy aficionada a la mezcla de sabores. El ambiente, en un fin de semana es de mucho movimiento, así que 'tranquilo' no es pero un jueves es muy nice. Realmente espero que sean más atentos en cuanto a la atención.

La atención puede mejorar a pesar de ser lunes y tener pocos clientes fue lento el servicio, el mojito de maracuya normal, las entradas la provoleta mucha salsa poco queso el maíz salteado bueno, el asopado de mariscos excelente y la entraña a la parrila muy buena y de lo bueno "poco"

Ambiente agradable. La comida es buena y tiene una excelente presentación. El servicio un poco lento. Volvería a ir sin duda por la comida y el ambiente.

Miércoles por noche, cuando muchos aprovechan las promociones de medio precio en los cines y otros lugares. Yo disfrutaba de una velada romántica junto a una bella en dama, con una noche despejada y fresca en Casa Blanca. El menú era variado, con descripciones que te hacen agua la boca y dudar sobre que elegir. Al final, me incline por las opciones con salsas de maracuya. Tal vez porque en ingles se llama Passion Fruit, y era esto lo que inspiraba la noche, pasión. La atención fue regular, ni mala ni buena. Estrictamente enfocada en el que desea? Desea algo más? y aquí esta la cuenta. Lo comida por otra parte, es buena. Sin embargo se queda corta con las descripciones leídas en el menú. Ya que al comparar lo que tu mente se imagina con la descripción, el plato se queda a medio camino. El detalle de la noche, lo puso Carlos Marin y su guitarra. Mesa por mesa, iba animando a las parejas llevando serenata y compartiendo su trago "levanta muerto". Una mezcla de "Aguaradiente, Anis & Ron Abuelo; si no te matan. Vas al cielo! "

Para cambiar la ruitna nos sentamos a comer yo y un amigo adentro del restaurante pensando aue evitariamos la demora en las cosas como sucede afuera. cual fue la sorpresa que fue peor, nunca en toda la noche nos sirvieron un vaso de agua ¿? las bebidas que pedimos demoraron en entregarlas... despues de haber pasado 30 min el mesero se acerca y nos dice que el rissoto que ordenamos no quedo bueno, ordenamos otra cosa, cuando llega lo que pedimos el filete que pedi venia con papitas fritas y no con pure como pedi, el mesero me informa que no habia pure SI HUBIERA QUERIDO COMER PAPITAS LAS ORDENO pero no las queria... asi que pedi una ensalada verde ya que no tuvieron la amabilidad de decirme del pure anteriormente. la comida estubo buena como casi siempre... pero el problema sigue siendo la demora en la atencion. algo deben hacer para mejorar esta situacion... y me parece a mi que la cocina debe ser muy pequeña para la cantidad de personas que van a este restaurante. seguire iendo pero cada vez sere menos paciente con situaciones como esta.