La primera vez que fuimos, el servicio fue regular/deficiente pero la comida estuvo buena. Decidimos ir una segunda ocasión ya teniendo en cuenta que el servicio no había sido buena y fue la peor decisión 1. Nos sentaron en una mesa a la que por lo visto no tenían mesero asignado 2. Pasaron casi 20 minutos para que alguien llegara a la mesa, no con la mejor actitud, a tomar el pedido. Se pidió una bebida y pedimos agua además de dos platos fuertes. Personas llegaban a otras mesas y veíamos como a estas si aunque sea agua le llevaban o los cubiertos. Cuando ya había pasado casi 20 minutos más y nisiquiera dos vasos con agua nos habían llevado, decidimos levantarnos de la mesa y decir que no queríamos ya el pedido; trataron de ofrecernos dos “mimosas” para que no nos fuéramos pero los manager de un restaurante deben saber que una vez un cliente insatisfecho se levanta de la mesa no hay vuelta atrás. Pésimo pésimo servicio y nunca más le intentaré darle más oportunidades a este lugar y mis personas cercanas también están anuentes. 3. Música excesivamente alta Muy desagradable que un lugar al cual pueden ir tantos turistas por su localización, tenga tan mal servicio al cliente.
