Azahar

Un restaurante que de verdad sobre pasó mis expectativas. El ambiente, la decoración, la atención, todo estaba excelente. La terraza tiene una vista espectacular para visualizar la bahía panameña y las mesas de la parte interior también gozan de un excelente ambiente. La comida es una exquisitez, la fusión de sabores te deja loco. Mi plato favorito fue el roll Terminator que estaba fuera de este mundo. 10/10

Fui con un grupo de 12 personas, casi todos comieron rico menos yo, fideua de pulpo no me gustó para nada, era una pasta cabello de ángel un poco pasada, teñida de negro a más no poder y sabor equis, le daría la oportunidad de probar otra cosa, tal vez el sushi y las carnes pero ese plato no lo recomiendo

el restaurante me parece muy bonito, tiene un buen ambiente los meseros son muy atentos la comida es muy y fresca

Desde que llegas al lugar tiene cierto encanto entre la música y decoración. la atención increíble y la comida cada cosa más deliciosa que la anterior. De entrada probamos los dátiles rellenos de queso manchego envueltos en bacon los cuales tenían un contraste de sabor fuera de este mundo ! la tuna pizza muy buena también con un crocantito delicioso y el toque de trufas estuvo perfecto ni más ni menos. De plato fuerte un Fideau Nero de Pulpo el cuál de sabor estaba bien, el pulpo en su punto, pero los fideos los sentí un poco pasados en cuanto al termino. Por supuesto un buen vinito para acompañar no podía faltar! Tienen una gran selección de vinos y de todos los precios. Sin duda regresaré por qué quede con ganas de probar más cosas del menú.

Siempre la comida está exquisita, platos para compartir y los principales. En esta ocasión el servicio no estuvo excelente, cómo me tenía acostumbrado. Empezando por la anfitriona, que al parecer quería llenar el exterior del restaurante, habiendo sitio disponible en interior. No nos pasó solo a nosotros. Durante la noche vimos llegar a varios comensales, e inmediatamente los ubicaba en la parte de afuera. Al final por insistencia de ellos y nosotros, los clientes, nos ubicaron adentro. El camarero, no era atento, estaba despistado; no se entera cuando uno está listo para pedir o tener el detalle para dar la carta de bebidas y preguntar. Tuve que pedir la carta de vinos y no se acercó después de 10 minutos, y fue porque el gerente le indicó que fuera a la mesa. No estuvo pendiente cuando el vaso de agua estuvo vacío; es lo básico que debe comprender un camarero en cualquier restaurante. También se le tuvo que pedir en varias ocasiones.