Aparte de la típica oferta de rolls, la lista ofrece algunas opciones diferentes o bien poco frecuentes. Es así como pedimos varios platos que resultaron satisfactorios (no deslumbrantes) pero cuando pedimos una orden de Ebi Shumai, descritos como albóndigas de cerdo con topping de camarones, pues lo que llegó a la mesa fueron unos muy familiares Siu Mai. Si bien es cierto que Shumai es una manera aceptada de escribir el nombre de estos dumplings, no es ella la más frecuente y, habiéndola combinado con “Ebi” que es japonés para camarón, no había manera de que hubiésemos supuesto que se trataban de los humildes Siu Mai. Para rematar, me atrevo a apostar que los Siu Mai eran congelados y comprados a alguno de los distribuidores habituales de bocadillos chinos ya que el topping de los Siu Mai que nos sirvieron no era de camarones como decía el menú, sino que de zanahorias, lo cual es la receta tradicional y la manera en que sirve en todos los desayunos chinos de la ciudad. Por último el Banana Tempura que pedimos de postre estaba inconsumible.
