No me gusta dejar malas reseñas, siempre trato de resaltar lo más positivo de mis experiencias en restaurantes. Sin embargo este lugar fue una total decepción. Veo muchos comentarios positivos así que quisiera pensar que fui en un mal día. La causa de pollo estuvo regular, no se compara ni remotamente a otros restaurantes peruanos de la ciudad. El caso con los platos de mariscos fue totalmente inaceptable. Cuando uno va a un restaurante de mariscos uno se imagina que va a recibir productos frescos y de buena calidad. No fue así. Pedimos un ceviche que no tenía ni una partícula de pescado, era un plato lleno de pedacitos de cosas indefinidas de esos que vienen el mixto de mariscos ultraprocesado del supermercado, en una salsa picante incomible, no tenía ni choclo, ni camote, ni guarnición de platanitos. ¡Nada! Solo trocitos de sepa Dios qué. Si no tenían para hacer ceviche debieron recomendar otra cosa, yo hubiese entendido. El tacu tacu, la misma cosa, bañado en una salsa supuestamente de tres quesos que sabía a queso americano del más barato disuelto en leche. Si fuera un restaurante barato, pues normal, uno sabe a qué se atiene, pero nada de lo que pedí bajaba de 15$. Así que definitivamente jamás lo recomendaría. La atención sí fue amable debo agregar.

Hace mucho quería ir, pero estacionar en esa plaza es una locura. Dejando de lado ese pequeño inconveniente, la verdad este lugar vale completamente la pena. Los clay pots vienen con una base de arroz blanco con un concolón divino y hojas de mostaza. Hay varias proteínas para escoger y se puede desde una porción hasta tres, con toppings adicionales. Los que probamos estaban deliciosos. Los baos con leche condensada de postre están riquísimos. El ambiente es relajado y acogedor y el servicio muy amable. Super recomendado.

Es un lugar de gastronomía natural y saludable. La comida estuvo deliciosa, ingredientes muy frescos y de calidad. Las porciones son moderadas y muy bien presentadas. El local es luminoso y acogedor y el servicio extremadamente atento.

Todo estuvo delicioso, ingredientes frescos y de buena calidad, porciones generosas y la atención muy amable. Espero regresar pronto. Un plus que la plaza tiene estacionamientos.

A pesar de tener reserva hecha a través de Degusta y llegar puntuales tuvimos que esperar un poco. Fuera de este inconveniente todo estuvo muy bien. Estaba llenísimo pero la atención fue muy amable. La comida como era de esperarse en esta situación, demoró un poco y no pusieron banchan, pero todo estuvo delicioso. Las porciones fueron grandes y los precios muy razonables. Espero regresar cuando haya pasado la avalancha de clientes de los primeros meses.

Es un lugar sencillo e informal de autoservicio. Uno elige los ingredientes de su sopa, si hay alguna duda le atienden amablemente, luego pesan el contenido, selecciona el caldo y en unos minutos está cocinado y servido en su mesa. Todo está muy bueno y con precios razonables. La primera vez puede ser que uno se entusiasme demasiado y agarre demasiadas cosas y no pueda terminar la sopa. Recomiendo tener esto en cuenta para no desperdiciar comida.

Este lugar se destaca principalmente como cervecería, pero la comida no se queda atrás. Tienen excelentes opciones para picar y compartir y una buena oferta de fast food. Es un ambiente super informal, pero agradable y la atención muy amable y amigable.

Muy agradable lugar de ambiente informal. Una carta reducida pero con opciones muy originales. Atención muy amable y rápida. Ofrecen valet parking.

Fui con algo de recelo, por los comentarios anteriores que había leído específicamente sobre el rodizio, que a muchos les pareció lento y escaso. Pero me alegra decir que tuve una excelente experiencia en Brazzeiro y eso que fui un viernes en la noche, que estaba a puños y patadas delleno. Si bien, no es el mejor que he probado en Panamá, no tengo queja alguna sobre la frecuencia, los cortes y el bufet. No sé si tuve suerte, o los encargados se pusieron las pilas. Había muchísima carne pasando constantemente, el bufet muy completo y la atención sensacional. No todo el mundo en mi grupo comió ahí. Algunos pidieron de Seundo Muelle, excelente como la otra sucursal, otros pidieron sushi de Geisha Negra y quedaron satisfechos, y pizza para los niños que también quedaron fascinados. Muy interesante concepto, algo así como un food court elegante. Mi única queja es que el día que fui los abanicos no servían e hizo un calor insoportable. Por lo demás, muy recomendado, sobre todo para grupos grandes que no logran ponerse de acuerdo.

Me encanta este lugar. Es informal y sin pretensiones, sin embargo la comida es tan deliciosa y creativa. Todo es exagerado (en un buen sentido) explosiones de queso, mantequilla desbordante, lluvia de bacon, olas de salsa. En fin, el sueño de cualquier gordito. Por supuesto, la variedad de cervezas realmente impresionante y la atención super amable y eficiente.