El lugar esta bonito, si esta vacío atienden rápido, había una sola persona atendiendo, la comida deliciosa, el ramen exquisito, mi mamá no come comida asiática, sin embargo el pollo a la parrilla le encantó y los rollos estaban bastante buenos.

Este restaurante me sorprendió, era nuestra primera vez y la experiencia fue increíble, Mileydi fue tan atenta, estuvo pendiente de mostrarnos como se hacía todo y nos trajo las cosas en el tiempo, tuvo mucha paciencia con nosotros y nos recomendó muy buenas opciones, incluso nos trajeron un platito para los vegetales de nuestro bebé. Pedimos caldo de mariscos y de hueso de cerdo ambos deliciosos, de proteínas pedimos ribeye, camarones y bolitas de camarón un deleite todo, la salsa para echarle a las cosas ya cocidas estaba deliciosa. La verdad volveremos y recomendaremos el lugar.

La comida es deliciosa pedimos ravioles de carne muy buenos, lasagna de pollo en salsa blanca bastante bien, la bruschetta que estaba deliciosa y la sopa de mariscos que tenía bastantes almejas pero el sabor riquísimo. La atención del personal insuperable.

Es el antiguo El Güey,la comida conserva la misma sazón, pedimos los tacos El chido, las enfrijoladas,los tacos de birria deliciosos, un burrote de pollo muy bueno y horchatas, nos dieron de cortesía por ser el día de las madres, sangría.

Cada vez que voy no me decepciona. Pedimos de entrada un ceviche frito qué estaba bastante ácido. La enfrijolada y los chilaquiles divorciados deliciosos, y la horchata muy rica.

Esta hermoso el lugar, la atención es muy buena, la variedad de platos me encantó, pedimos arroz salteado de pato delicioso, risotto de short ribs bien cremosito un espectáculo, la entraña en su punto jugosa y cuatro leches de postre de otro mundo. Volveré

El lugar es bellísimo, tienen mesas con barbacoa para asar carnes al mejor estilo coreano, pedimos una regular. Nos tomaron la orden super rápido y nos trajeron agua junto con guarniciones, pero de ahí todo fue un suplicio, pedimos de entrada un tteokbokki, y de platos fuertes un bibimbap y una sopa doenjang jjigae sin picante. El bibimbap llego primero estaba delicioso, pero mi esposo debió comer su plato porque se estaba enfriando y aun no llegaba ni la entrada ni la sopa, cuándo estaba por terminar trajeron la entrada y la sopa juntas, la sopa aunque se hizo la observación que era sin picante la enviaron picante, estaba buena pero el tteokbokki que también estaba rico, ya traía el picante que queríamos. La comida en general es buena, sin embargo la entrega del pedido es sumamente lenta, estuvimos ahí 45 minutos y apenas nos trajeron un solo plato, lo demás llego una hora después.

Todo estaba delicioso, lo único que no me encanta del lugar es que solo tienen un estacionamiento, pero la charcutería es increíble.

Pedí un club sandwich con papas que estaba bastante rico, sin embargo el tomate con mayonesa de la decoración no me encantó y un batido de piña delicioso.

La atención de salida fue excelente, nos atendió el joven Isaac, muy pendiente siempre de todo, nos recomendó el sake elixir un cocktail nuevo que tiene sabores cítricos deliciosos, pedimos el lava roll qué estaba bien, demasiado crocante para mi gusto y el dragon roll qué estaba delicioso, adicional pedimos San Blas coconut, una bebida muy refrescante.