De las dos veces que he visitado el restaurante, ninguna ocasión ha decepcionado. El servicio en ambas ocasiones ha sido excepcional, tanto en la cena como en almuerzo. La entrada imperdible son los patacones sexy, osobuco es el plato fuerte por excelencia si eres alérgico a los mariscos o si te encanta la carne y el postre sin duda debe ser el flan de cafe, su cremosidad es exquisita. Todos sus platos son para compartir y son generosas sus porciones.

Probamos la jalea y el saltado. La jalea tenía buena cantidad pero el saltado fue poca la carne. Atención muy buena. Fuimos un viernes en donde tenían música en vivo que animó perfectamente la noche.

Asistí por primera vez para probar la hamburguesa del Burguer Week. Lastimosamente no llenó las expectativas porque la carne no tenía sabor alguno. Lo que salvó la hamburguesa fue la salsa y los toppings.

Visité el restaurante durante el almuerzo. Tienen un menu lunch que resuelve pero definitivamente la estrella del restaurante es la pizza. Recomendadas las Gran Torino y la Brava.

No decepcionó en lo absoluto. La atención fue de primera, los postres fuera de este mundo y el café bueno, bonito y para mi asombro barato. Te sientes realmente como en una pastelería francesa: un lugar chiquito (no es una crítica), acogedor y bastante completo en cuanto a panes, dulces y hasta comida si quieres algo más salado y pesado.

Es la segunda vez que vuelvo para un almuerzo. No comprendo aún el sistema de ordenar por la tablet si al final siempre regresan a confirmar manualmente la orden para estar “claros”. La mesera muy amable sin embargo la comida demoró alrededor de una hora pero compensaron con un postre. Algunas recomendaciones de la mesera no gustaron a los comensales. Y al momento de pagar también se demoraron en traer la cuenta. La música estaba muy alta para poder conversar con los demás.

Muy buen ambiente para pasar el tráfico en las tardes, ya sea con un coctel o con un café. La atención es muy buena. Rolls recomendados.

El lugar estaba un poco vacío y durante el tiempo que estuve ahí solo consumieron en el restaurante alrededor de seis personas, quizá fue porque era un martes lluvioso. La atención fue bastante rápida y atenta. Los cocteles muy buenos y la comida bastante rica, solo estaba un poco salado para mi gusto. El punto a resaltar es que hubo clases de salsa durante la estancia impartida por buenos profesores así que estuvo bastante entretenido.

Increíble experiencia de principio a fin. La amabilidad de las hosts y los meseros se mantuvo durante toda la velada. La música en vivo se integra armónicamente al restaurante y crea el ambiente perfecto para una salida casual en pareja o amigos. El pulpo a la parrilla es un MUST, con o sin la salsa. La salsa en la tacita de té no es muy práctico. La entraña estuvo un poco dura pero su sabor disminuyó su dureza. Deben fijarse en los platos de la pizarra (no están en el menú) porque encontraran gratas sorpresas. Pedimos los daditos de ternero en salsa cognac y estuvo exquisito. Para acompañar este plato pedimos las papas santa rita, opción en la que para nada nos equivocamos. Seguramente volveré a este restaurante.

Entradas: DELICIOSAS! Muy recomendado las albóndigas y las almejas. Ni siquiera tienes que fijarte en el menú porque las especialidades del día se te hacen agua a la boca solo de escucharlas. Una mención especial para los short ribs que estaban GLORIOSOS. El vino de la casa es un MUST porque está exquisito.