Realmente delicioso!! Sabores sorprendentes de nuestra comida típica con un sazón sorprendente e inesperado. La atención de Reyes y el ambiente insuperable con una magnífica vista de la bahía de Panamá! Súper recomendado, todo estuvo 10!

Son lentos para poner la comida en la mesa y me parece que no se justifica porque no son platos elaborados y venden su marca como “express”. La comida está bien, pero nada memorable, las porciones son grandes pero sobre todo por la cantidad de arroz que ponen en el plato. El servicio es atento y amable, tienen varios puntos para mejorar.

Me encantó este restaurante, un ambiente moderno de ciudad urbana y la comida deliciosa.los platos con un toque Gourmet y su presentación impecable que te hacer sentir fuera de Panamá. De entrada las risoto balls estuvieron de diez, la hamburguesa espectacular con sus papitas crujientes. Las pizzas veggie y Romana muy ricas, la masa es delicada y crujiente. La pasta trufada de hongos a otro nivel con mucho sabor. Súper recomendado!!

Buen opción de comida mexica pero nada especial. Me parece que los precios están un poco inflados y el servicio estaba lento el día que lo visitamos.

Me encanta éste restaurante, la comida es divina y la atención excepcional. Nunca me decepciona, súper recomendado, las papas bravas son un éxito!!

Que bueno que Dos Cucharas esté ahora en Obarrio, es un lugar encantador tanto para tomar un café con deliciosa pastelería como para comer algo rápido o una comida completa.

Es un buen lugar para ir en grupo o en familia, el ambiente simula una hacienda lo que lo hace especial. Las carnes, pollos y mariscos a la parrilla tienen mucho sabor. Se demoraron bastante en llegar los platos a la mesa pero valió la pena. La entraña estaba deliciosa pero ella de uno de los integrantes de la mesa no vino en el término de cocción que solicitó, y se equivocaron en los acompañamientos de otro. Ésto último lo solucionaron trayendo adicional lo que se habían equivocado. En general una buena experiencia, para repetir.

Mi primera experiencia en Santé y debo decir que me sorprendió positivamente. La comida estuvo muy rica, bien preparada y presentada, las porciones generosas y los ingredientes de buena calidad a precios razonables. La atención un poco lenta pero amable. El ambiente de cafetería, limpio y agradable. El pulpo al carbón estaba muy rico, igual que la ensalada de salmón y el salmón al vapor.

La idea del restaurante es transportar a los comensales a nuestras raíces gastronómicas panameñas en un recorrido por todas las provincias, el concepto es novedoso y está muy bien ambientado. La decoración te hace recordar “la casa de la abuela” con sus detalles en el baño de damas, las mesitas con manteles plásticos como en una auténtica Fonda y el “Diablo Rojo” en medio del local es una idea fantástica. El personal muy atento, y a pesar de que estaba lleno nos atendieron de forma rápida y todo llegó tal cual lo pedimos. La dueña del lugar te recibe con una sonrisa delante de un carrito que contiene “totumitas” con una bebida de café y seco herrerano como cortesía. En cuanto a la comida ofrecen bandejas para compartir con frituras, bollos, chorizo, ceviche, chicharrones de los que lo que más se destacó fueron los chicharrones bien crujientes, el resto no fue nada memorable. También pedimos los chicharrones marinados en tamarindo que estaban muy ricos y diferentes. Pedimos un plato que traía arroz con pollo, tamal, plátano y ensalada de fonda. La verdad es que el plato parecía una degustación, muy pequeñas las porciones y nada especial. De tomar, una jarra de saril con herrerano y gengibre que estuvo rica. Creo que el concepto es muy bueno pero tienen que ponerle más cariño y sazón a la comida si realmente quieren destacarse , la comida panameña bien hecha te da gana de volver así que a ponerle ganas.

El restaurante es muy bonito y distinguido. La comida muy buena. en esta ocasión debo decir que el chico que nos atendió no estaba concentrado en su trabajo. Pedimos la corvina y nos dijeron que no tenían, que en su lugar nos ofrecían el mero, que no parece, pues habiendo tanta corvina en Panamá no es excusa. Tampoco tenían tres leches y casi ningún postre. Y eso que fuimos los primeros clientes en llegar en la noche. Por lo demás, la entrada de hongos al ajillo y el mero estuvieron muy ricos. De postre el flan de coco, no tenía coco por ningún lado, la porción era muy pequeña y el sabor bastante regular.