Buenas y variadas ensaladas. Los cortes de carne corresponden a una adecuada relación costo-beneficio. El caipirinha delicioso. La atención buena, a pesar que estaba lleno.

Algo ha pasado con el local, antes la comida era muy rica y buena atención, ahora comida muy "normal", cambio de menú, atención amable pero muy inexperta (me regaron la margarita en la mesa y no la cambiaron, dejaron mojada y pegajosa la mesa). La sopa de tortilla bien, las quesadillas algo saladas. Al final, la pseudo-margarita la dejé, pues no tenía alcohol y estaba muy dulce, le indiqué al personal, pero con todo y que la regaron, estaba mala me la cobraron! No vuelvo.

Sábado 2pm. Agradable ambiente con brisa de mar. Sin embargo, poco personal para atender lo que redundó en 45 minutos para que trajeran la entrada y bebida solicitada. La entrada era un trío de ceviche que estaba bueno pero las almejas... Pareciera que les echaran maicena o algún espesante y quedó una salsa grumosa con poco sabor. El filete de pescado con buen tamaño, lástima lo pedí con la salsa de almejas... Las "yucas fritas" en realidad son bocaditos de yuca de los que ahora venden congelados en el supermercado. El cocktail Praia nada mal pero sabe a jugo de maracuyá, hasta dudé que tuviera alcohol, sólo al final se siente. Al final pedí a la chica que atendió (amable por cierto pero sin experiencia por lo visto) un vaso de agua al tiempo, lo trajo pero en el interior nadaban objetos pequeños no identificados, pidió disculpas "porque se le olvidó decirnos que el agua de Veracruz sale así". Hacen su esfuerzo, pero la verdad el lugar (junto al mar) es el que hace el trabajo.

Destaco lo muy atentos que son en todo! Me encantó el kimmal-i, diferente a todo lo que he probado; el cupbab de pollo es rico, sentí la visita como ir a la casa de tus amigos coreanos y que te invitaran a cenar. El menú no es extenso así que no te enredas para pedir. La limonada con un interesante sabor. Lo recomiendo para esos días que quieres curiosear lugares nuevos.

La hamburguesa Raptor Pampa es muy buena, una bomba proteínica: chorizo argentino, huevo y carne con una rica salsa. Recomendada. La hamburguesa para niños de un tamaño adecuado para un niño mayor de 8 años aproximadamente. El ambiente en general llamativo sobre todo para niños, aunque un poco oscuro para mi gusto.

El pollo muy básico para ser el fuerte del local, el arroz pésimo (el grano más qebrado que he visto, parece "compita"), los frijoles estuvieron salados. La ensalada de repollo y el caldo de pollo al menos se dejaban comer bien. No regreso y no lo recomiendo. Por el mismo precio hay mejores pollos en la ciudad. Una recomendación: cambien el formato de entrega de la comida, las tablas de madera de este tipo son antihigiénicas y el papel encerado sobre el que ponen la comida es muy débil, se parte y terminas comiéndote un pedazo sin querer.

Empanadas de camarón y fish and chips: bien, muy rico el guacho de mariscos. Ambiente agradable. Buena relación calidad - precio.

Las picadas recomendadas por el chef estaban todas ricas, sólo recuerdo el nombre del poke de atún :') El udon curry delicioso. El mojito sake nada espectacular la verdad, estaba mejor la cerveza. El ambiente adentro es interesante, aunque me tocó estar afuera porque no hicimos reserva y ahí no tiene nada de bonito, así que reserven para estar adentro.

Fui por el mondongo con langostinos y quedé satisfecha, delicioso y generoso. Muy ricas las croquetas de pulpo con patacones con pifia y el ceviche de pescado. El arroz con coco de muerte lenta. Vale cada dólar, todo muy rico. El servicio bueno pero un poco lento (estaba lleno el local).

Reciente de estar en Perú quise comparar lo mismo que me comí allá : papas a la huancaina y el tacu tacu con lomo saltado, muy rico y generoso en porción como en Perú. Por supuesto la cusqueña para acompañar.