A must visit place in panama. Deliciosa comida con mezcla de sabores asiaticos, americanos y panameños. De verdad una propuesta unica e innovadora. Los cocktails y tragos sin alcohool tambien son muy especiales. El ambiente muy agradable e innovador centrado en promover la musica. Los precios estan muy accesibles, especialmente por el nivel de calidad de la comida y el ambiente. Tengo que volver para probar las cervezas artesanales.

Excelente restaurante. Siempre impresionan el paladar!! De los mejores en Panama sin duda y a precios muy razonables. La atención muy buena como caracteriza al hotel Bristol y elegancia relax en el ambiente. Ya he venido muchas veces y siempre he salido muy contenta.

El servicio en el restaurante estuvo bueno, pero la comida dejó mucho que desear. Pedimos la entrada y el plato fuerte de la casa, Carpaccio Strega y Fetucci Strega con camarones, y la milanesa de res. El mero y salmón del carpaccio no tenían sabor porque no estaban frescos, se sentía más el sabor de la salsa y la berenjena que del carpaccio en sí. Los camarones del fetuccine estaban sobrecocidos a tal punto que estaban duros, el fetuccini estaba pasado del punto (no al dente) y la salsa blanca no tenía buen sabor. Es más el show de ver revolver la pasta en el bloque de queso parmesano que otra cosa. La milanesa estuvo Ok. Los precios me parecieron carisímos. Aún con el 50% de descuento, pagamos más que en restaurantes con comida de la alta calidad y servicio. Recomendación a los dueños del restaurante de capacitar al personal inclusive al de valet parking. Nos tocó un señor machista que dice que las mujeres no podemos estacionar bien. Aunque no lo hizo de mala intención porque según él "estaba ayudando a estacionar", no es correcto que haga esos tipos de comentarios.

Excelente restaurante, nos sentimos muy cómodos y a gusto allí. El servicio estuvo muy atento y la comida deliciosa, además había música en vivo de muy buen nivel y una bailarina acompañante. Lo recomiendo plenamente!

Lo que hace este restaurante especial es que después de cierta hora, se toca música bailable para cambiar el ambiente. Se puede cenar, pero las porciones son pequeñas. En vez de cena completa, es más comida para picar. Los precios son altos, el sabor está bien. Nos llevamos una mala sorpresa en este lugar porque fuimos con la intención de quedarnos a bailar luego de la cena, pero nos dijeron que la mesa solamente estaba reservado para nosotros por un par de horas. Nos tuvimos que ir porque había otro grupo que iba a usar nuestra mesa. Cuando reclamamos, nos preguntaron si nosotros habíamos dicho que nos queríamos quedar al momento de reservar. Nosotros asumimos que no había que decirlo, pues lo que hace este lugar atractivo es que es bailable. Adicionalmente, la reservación la hicimos por Degusta y en ningún lugar decía que había que especificar que nos íbamos a quedar. Solo recomendaría este restaurante si tienen la intención de quedarse a bailar, pero hay que tener cuidado al momento de reservar.

Recomiendo este lugar solo porque es el único restaurante ubicado dentro del Canal de Panamá. Me gustaba más el antiguo restaurante que estaba en el centro de visitantes de Miraflores pero cambiaron de dueño. El menú del nuevo restaurante es muy limitado. Tienen pocos platos, pero también tienen pocas opciones para personas que no comen carne o mariscos. El sabor está rico, pero no excepcional. El servicio fue regular en las dos ocasiones que fui. No se conocían bien el menú, pero lo que más incomodó fue que reservamos con tiempo para obtener una mesa en la terraza en ambas ocasiones, pero no fue posible conseguirla. Ni siquiera podíamos salir a la terraza para tomar fotos y ver las esclusas de cerca. La excusa en la primera ocasión fue porque la terraza estaba reservada por la Embajada de Estados Unidos, pero en la segunda ocasión tampoco pudimos.

Recomiendo este lugar para comer carne. El ambiente es regular y bastante casual. Es apropiado para almorzar o cenar en una ocasión casual con amigos o familia.

Las hamburguesas de este lugar están exquisitas. La carne es jugosa y tiene buena sazón. Es un lugar casual con precios aceptables para una ocasión relajada con amigos o familia.

Me recomendaron este restaurante por sus hamburguesas. En efecto, es muy rico. La carne es comparable a restaurantes argentinos. Me llamó la atención que el primer piso del lugar ofrecen un lugar para comida para picar y compartir momentos tragos. Puede ser una opción interesante para cambiar de ambiente.

La primera vez que vine a este restaurante tenían pocos meses de haber inagurado. Desde esa vez no volví hasta ahora, pues el sabor de la comida, las proporciones, el servicio y el precio fueron decepcionantes. Volví al restaurante por recomendación de amigos que habían ido recientemente. En efecto, el servicio ha mejorado y las proporción de la comida aumentó al doble del que habíamos probado en la primera ocasión. Sin embargo, el sabor de la comida aún no es realmente tailandés. Sabe más a comida cantonesa que a comida tailandesa. Adicionalmente, ordenamos varios platos muy diferentes, puerco, carne y camarones, pero tenían casi el mismo sazón. El ambiente es muy bonito y el personal usa vestimenta étnica de Tailandia, lo que hace que el ambiente se sienta muy particular.