Interesante propuesta, lindo ambiente y decoración. Los carros obstruyen un poco el paso de los meseros pero la estética a la antigua es innegable. Fuimos para el brunch de domingo y fue una experiencia mixta. La comida estuvo buena (sobre todo los Mini Mercury), y a buen precio, aunque notamos una falta de contornos o platos para compartir en el menú, por ejemplo: papas fritas, tostadas, etc. El servicio no fue continuo; nos atendieron varias personas (parece que dividen las funciones). Había cierta confusión sobre el tamaño de porciones y el menú de bebidas, lo cual dificultó hacer el pedido. Tienen valet parking por $5 lo cual es de gran ayuda en Casco