Es un restaurante que apresar de ser pequeño las meseras no están acostumbradas a tener el 50% lleno el servicio fue pésimo deno ser por el dueño que fue quien nos atendía la comida salió tan rápido que no teníamos ni cubiertos ni agua, los chicharrones de entrada deliciosos, las milanesas de carne buenas un poco secas la hamburguesa de pollo no fue de nuestro agrado ni la pasta boloñesa, la presentación de la malteada muy creativa..