Una de las mejores opciones para un desayuno chino. El menú no es tan amplio como el de otros restaurantes más conocidos; pero todo lo que es probado es mejor. Los platos se sirven súper calientes y vienen en una proporción justa. El servicio es un poco complicado con personas que no hablan español ni inglés; solo entienden los nombres de los platos y las cantidades. El salón es un poco pequeño y las sillas cómodas las cambiaron por taburetes de madera... Creo que debieron considerar el universo de la clientela; ya que no todos son de la misma cultura.
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