Tiene estacionamientos pero estaban llenos y el guardia de la plaza fue grosero. Al ingresar al local, no sabes a donde ir y no hay nadie en la entrada que te oriente. Hacer el pedido y la entrega de la comida demoro unos 30-40 mins. Los platos que pedí: La Duo: muy salado, mucha salsa. Corvina Frita: sin sabor. En cuanto al ambiente, cené en la parte interna del restaurante, la decoración y música de acuerdo a la temática y tristemente, unas moscas. Creo que la atención podría mejorar y siento que el lugar es bueno en sus “platillos más pedidos”, pero de igual manera los demás platillos deberían estar hechos a la misma altura.