Llegamos aproximadamente a las 10:00 a.m. y el lugar estaba repleto, no era para menos ya que la comida es muy buena y el restaurante tiene un ambiente acogedor, Solo que demoraron un poco en atendernos, pero el personal es muy amable. Éramos 2 comensales, pedimos para compartir unos Benedict-ich de salmón, unos Pancakes de guayaba con queso, que realmente no esperábamos que estuvieran tan deliciosos! y pedimos un Croissant con Nutella, tenía muy buena masa. Para acompañar, pedimos capuccino y un iced coffee. La relación precio, calidad y porción me pareció buena, ya que los tamaños de las porciones son generosas.