Una hora de espera para la comida. La decoración es muy bonita pero es lo único que está bien en este restaurante. La atención lenta, la comida demoro una hora en salir. La entrada berenjenas estaba demasiado salada y aceitosa, luego nos trajeron un carpaccio de pescado súper simple como cortesía por la demora, la comida estuvo bastante estándar y tomando en cuenta el precio y la demora esperaba más. El menú muy limitado, no hay ni una sola opción que tenga pollo o carne, solo algunas con pescado. No lo recomiendo y no volvería jamás.