Primera vez que visitaba el Wallace, y la experiencia fue óptima. Los Fish & Chips estaban de primera, nada que envidiar a cualquier pub británico o irlandés. Y el servico, de primera: faltó uno de los camareros, lo que generó que durante algún tiempo el único que quedó de servicio tuviera que atender todas las mesas. Resultó admirable con la simpatía y eficiencia que lo hizo. Un diez en profesionalidad.