Estuvimos en el brunch del domingo al cual ya habíamos ido antes y nos gustaba mucho. Esta vez la experiencia fue muy mala. El servicio lento, descuidado y con errores en el pedido. Ordenamos unos pancakes de tiramisu que eran de los especiales y el pancake estaba crudo con una crema derretida que no sabia a nada. Fatal. Los huevos benedict sin la salsa, fríos y mal presentados. Lo único salvable gue el chai latte. Creo que no volveremos en largo rato aunque uno de nuestros lugares favoritos.