La primera vez que vine, la comida estaba espectacular- pedí un omelette con tostadas y por muy sencillo que era el plato, estaba delicioso junto con un pour over y un americano. Hoy, tercera vez que vengo, no sé si por ser un día irregular (lunes de Carnaval), la atención no fue la mejor- la chica se frustraba cada vez que tocaban el timbre para poder entrar al local y me llevé una gran decepción al pedir el mismo omelette de siempre- lleno de grasa, el queso supo asqueroso y super aguado. Además, pedí un derretido de jamón y queso- lleno de grasa e inapetecible. El café americano, supo ácido y asqueroso y ni hablar del Pour Over. Honestamente hoy fue el ultimatum y no regresaré- que lástima que un local tan bonito se llegue a perder así. Terminé dejando todo lo que había ordenado en la mesa.