No visitabamos este lugar desde antes de la pandemia e ibamos con mucha espectativa y que fiasco nos llevamos. El servicio Terrible, la comida ni sombra de lo que era antes de la pandemia. No se si cambiaron de dueños o chef, pero los datiles con blue cheese y las polpettas de cordero, nada que ver comparadas con antes de la pandemia. Las polpettas ahora tienen mucha menta y no siente el cordero, los datiles le cambiaron el bacon que los forraba y ahora ni sombra con los de antes. Pedi una pasta sin glutten a la mediterranea y los spaguettis sobre cocinados y partidos!!! Terrible!! Mi esposa pidio un pollo a la parmesana, wao, que mal logrado!! Para el postre pedimos helado de pistachio y nos trajeron pistacho con chocolate!!! Una lastima el cambio tan malo que ha dado, este que era un favorito