Almuerzo durante compras navideñas. Pedimos sopa de lentejas, éxito rotundo. Un emparedado muy rico de varios embutidos también muy bueno. Adicional, una ensalada de mezclum, peras, pacanas, gorgonzola y craisins; todo aderezado con una vinagreta de maracuya desagradablemente ácida. El queso gorgonzola fue microscópico! El restaurante se llenó en pocos minutos. Al entrar -quizá por estar vacío no lo noté, pero el número de mesas y la distancia no son (diría yo) adecuadas con todo esto del COVID. El servicio? Pésimo! Lo peor de este mundo. tuve que gritar para que me cobraran! No vuelvo más!